Los Detroit Pistons, atascados con Stan Van Gundy

Mucho se ha hablado ya del fracaso que supusieron la temporada pasada las llegadas de Brandon Jennings y Josh Smith a los Detroit Pistons. El récord de 23-59 con el que acabaron dicho curso habla por si sólo; sin embargo, pocos esperaban que el equipo, con Stan Van Gundy a los mandos tanto en el banquillo como en la oficina, empezase esta nueva campaña dando las mismas sensaciones, o incluso peores.

3-8 es el balance que por ahora sitúa a los de Michigan empatados con los New York Knicks, y sólo por delante de los ya defenestrados Philadelphia 76ers. Sólo 11 partidos y quizás demasiado pronto para sacar conclusiones exactas; pero sí tiempo suficiente para entender que a este equipo le hace falta algo más que un cambio de entrenador para salir adelante.

El primer lunar que se le puede encontrar a Van Gundy viene con la gestión de Josh Smith, ya no por el hecho de no traspasarle, su contrato es difícil de colocar, sino porque en pretemporada dijo que habría que cambiar cosas y que una de ellas era dejar de jugar con los tres grandes juntos de inicio. Lo ha complido sí, pero sólo en unos cuantos partidos. Lo más grave es que la temporada pasada hubo 82 para comprobar que no funcionaba y, visto los visto, los aficionados de los Pistons van por el camino de ‘comerse’ otros tantos.

Dando por hecho que hay cosas que no se pueden solucionar, al menos se espera que lo que funciona no deje de hacerlo. Tampoco es el caso de los Pistons. El nuevo sistema implantado por Van Gundy, o si lo prefieren filosofía, ha dejado ‘seco’ en ataque al equipo, pasando de promediar 101 puntos el anterior curso a los 93 del presente.

Drummond, principal damnificado

Dentro de ese descenso de prestaciones ofensivas, hay una figura que sobresale respecto a los demás. Hablamos de Andre Drummond, quien acabó la 2013-14 como segundo jugador con mejores porcentajes en tiros de campo, más exactamente con un 62.3%, y que ha pasado a tirar este año un 41.4%. Con tal diferencia no es de extrañar que haya caído de 13.5 a 8.7 puntos por partido.

En su tercer año, el pívot de los Pistons ha admitido que está «frustrado» por el comienzo que ha tenido en ataque, pero que tras hablar con el entrenador han llegado al acuerdo de que es mejor que se centre «en coger rebotes» para dejar que las oportunidades en ataque «lleguen solas». ¿Funcionará?, está por ver.

Con la incógnita de Monroe

El puzzle que define la actualidad de los Pistons tiene una de sus piezas más importantes en Greg Monroe. Su decisión de no firmar una extensión y apurar hasta ser el verano que viene agente libre restringido, supone una nueva preocupación para los de Detroit, que siguen sin decidir a quién traspasar ni qué pedir a cambio. Con este inmovilismo, la temporada está más cerca de ser un nuevo desastre que de suponer un paso al frente que, con Van Gundy a los mandos, se daba casi por hecho en verano.


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