El magma de la agencia libre fue escupido con fuerza en los primeros días de julio. La peregrinación de Kevin Durant a Golden State, la elección de Boston por parte de Al Horford o el bonus a toda una carrera que Pau Gasol vivirá en San Antonio fueron algunos de los movimientos más importantes.
Sin embargo, aunque no se les hace demasiado hueco últimamente, aún quedan agentes libres en el mercado. Seguramente no estén llamados a hacer cabriolas imposibles, a aumentar en exceso el margen salarial de los equipos o a decidir el signo de un partido en los últimos segundos; pero sí pueden disfrazarse de complementos válidos en equipos de cualquier pelaje.
A continuación, hacemos un estudio de los jugadores sin contrato que todavía no han retirado su candidatura del mercado y que pueden reforzar a los equipos NBA.
De más a menos valioso, ordenamos a los jugadores que consideramos de mayor utilidad para sus futuros destinos:
1. J.R. Smith
Nada menos que a 15 millones está elevando J.R. Smith sus pretensiones estivales. Aunque damos por hecho que este verano ha tirado la casa por la ventana en una oda al ocio vacacional, el escolta sigue queriendo acabar en Cleveland.
La franquicia, no obstante, supera por poco los 10 millones de dólares en su oferta y ahí está encallado el tira y afloja. Dado que el jugador ya ha sido campeón de la NBA —el pasado curso con los Cavs— no es descartable que Smith acepte una oferta económica mayor de otra franquicia. Y de menor valor deportivo, se entiende. Sin embargo, a día de hoy, quiere seguir en Ohio.
Por calidad, es de lejos el agente libre top que queda en la lonja de agosto. Sus 12,4 puntos el pasado curso en 30,7 minutos con los Cavaliers dejan sin discusión el primer escalón de la cola del paro en la NBA.
2. Lance Stephenson
El jugador que osó perturbar el espacio auditivo privado de LeBron James. Una pesadilla para James en 2013-14, ahora Stephenson es uno de los mendigos sin equipo en la NBA.
Y lo cierto es que el año pasado no rindió del todo mal en Memphis —14,2 puntos—. Sin Marc Gasol ni Mike Conley en la línea, Stephenson empujó de una de las naves con mayor aire sospechoso desde los Portland ‘Jail’ Blazers (Zach Randolph, el propio Stephenson, Tony Allen, Chris Andersen, Matt Barnes…).
Sin embargo, las franquicias NBA no se fían de la cara más volátil del ahora agente libre Stephenson. Como el fuego valyrio, un tenue rayo de luz podría hacer explosionar los cables del jugador. De momento, está probando privadamente con los Pelicans y no descarta irse a ligas extranjeras.
3. Donatas Motiejunas
Desde el mes de julio, parece que lo tiene hecho para seguir en los Rockets. Sin embargo, dos meses después, sigue sin concretar el esperado autógrafo en Texas.
Un tiro al poste bastante decente y la posibilidad de erigirse como amenaza exterior le dan puntos a favor. Pero su escasa participación el pasado curso —37 partidos— por problemas en la espalda le convierten en sospechoso físico. Sin tampoco encarnar nunca un papel principal, siempre ha demostrado talento. Sería extraño que no encontrase minutos.
4. Mario Chalmers
La mala fortuna fue generosa con el base campeón de los Miami Heat. Chalmers fue traspasado a los Memphis Grizzlies en noviembre, cerrando una etapa de siete años en Florida. Los primeros meses en su nuevo alojamiento fueron felices. Récord anotador —10,8 puntos— en la NBA la pasada temporada, pero en marzo todo se truncó.
El base se rompió el tendón de aquiles y despidió la temporada y a los Grizzlies, que cortaron su contrato inmediatamente. Hace solo unos días, Chalmers volvió a declararse apto para la competición, con más fuerza mental que nunca. Ahora, sigue sin equipo aunque lo lógico es que no le falte sitio en la NBA más hinchada salarialmente de la historia.
5. Kevin Martin
Parece meridianamente claro que una de las escopetas más temidas del coto de caza NBA no se quedará sin equipo. Algunas franquicias ya se interesaron por él durante el mes de julio y parece probable que otras vuelvan a hacerlo conforme se acerque el arranque de la temporada.
10,6 puntos en Minnesota y 6,2 después en San Antonio el curso pasado, a Martin aún le quedan kilómetros (y triples) que ofrecer. De 33 años de edad, el pasado curso llegó a algo menos de un 35% en lanzamientos triples.
6. Gary Neal
Puede sonar a mentira que Gary Neal esté en la cola de población inactiva, pero el sedentarismo le ha pasado factura. Aunque llegó a 9,8 puntos y (un gran) 41,0% en triples la pasada temporada, el escolta se perdió buena parte de la temporada.
Jugó nada más que 40 encuentros con los Wizards entre diferentes lesiones, y la disyuntiva física es la que más puede perjudicarle a la hora de encontrar contrato. Eso sí, resultaría sorprendente que se quedase sin posada en la que ‘vender’ sus triples.
7. Josh Smith
«Tengo una familia, por lo que va a ser difícil para mí esta temporada», dijo el bueno de Josh Smith, hace un año, poco después de firmar 6,9 millones por una temporada con los Clippers. No sabemos si ahora está al borde del cisma familiar, dado que de dicha cantidad ha pasado a la inactividad absoluta.
No tiene equipo. Viviendo una de las expediciones más en picado de los últimos años, Smith era jugador franquicia hace solo unos años, pero la pasada temporada promedió 5,7 y 6,6 puntos en Clippers y Rockets respectivamente. Diagnósticos crueles de un jugador que empezó a perder la estrella en los Pistons.
Muy encogido con la edad, también resulta difícil que se quede sin jugar. Eso sí, a sus 30 años, parece que lo que tenga que escribir en la liga sean ya poco menos que los agradecimientos de otrora un best-seller.
8. Chase Budinger
Relegado a un rol más residual en las dos últimas temporada —13 minutos de media el pasado curso—, Celtics y Pacers recurrieron a él en la guía telefónica al comienzo del verano. Sin embargo, ninguna de las dos franquicias se decidió a firmarle.
Como decimos, los 8,9 prometedores puntos en su temporada rookie —2009-10— han involucionado a 3,2 en los 17 encuentros que disputó con los Phoenixs Suns la pasada campaña. De todavía 28 años, la NBA todavía debería de tener un hueco para Budinger.
9. Norris Cole
Otro de los excedentes de los Miami Heat campeones también pelea por seguir en la NBA. Norris Cole viene de hacer la mejor temporada individual de su vida —10,6 puntos, 3,7 asistencias y 3,4 rebotes— con New Orleans, pero también tiene que esperar a la repesca para convencer a algún equipo.
Las lesiones le forzaron a perderse casi la mitad de la temporada el pasado curso, y su gran rendimiento estuvo condicionado por unos Pelicans sacudidos de bajas. Tuvo licencia para tirar. Muy mal tendría que moverse Cole para no encontrar equipo en la campaña 2016-17.
10. P.J. Hairston
Un jugador formado en ese reformatorio llamado Memphis Grizzlies del segundo tramo de la temporada pasada. Tiene proyección en ataque —6,9 puntos desde que llegó a Tennessee— y capacidad para ser un defensor de grandes aleros en la liga.
Solo 23 años y gran margen de mejora son su gran valor. Eso sí, hasta ahora no ha vaciado todos los atributos que se le presuponen. Le colocamos aquí más por lo que puede llegar a ofertar que por lo que haya hecho.
10. J.J. Hickson
Compartiendo décimo lugar. Aunque verle en la lista de desempleados nos sugiera que ya es veterano en la treintena, J.J. Hickson tiene aún 28 años. Todavía conserva su capacidad reboteadora e intimidadora, sin embargo la pasada temporada en Washington estuvo demasiado flanqueado por Nené Hilario y Marcin Gortat.
Con alrededor de 20 minutos y saliendo desde el banquillo, todavía puede dar lustre a las segundas unidades de la NBA.
Otros agentes libres
Aunque no hayamos considerado necesario destacarlos entre los diez mejores, quedan más jugadores que aún no tienen la obligación de levantarse cuando suene el despertador de la competición.
Los más destacados son Thomas Robinson, Steve Blake, Nate Robinson, Chris Kaman, Tyler Hansbrough, Tayshaun Prince, Kirk Hinrich, Dorell Wright (se entrenará con Minnesota), Andre Miller, Charlie Villanueva, Caron Butler, Cleanthony Early, Metta World Peace o Ryan Kelly.
Todos ellos, a la espera de un pedazo del pastel más jugoso que la NBA ha dado en toda su historia. A la caza de un contrato.