La expedición de Boston Celtics pasó un complicado rato durante la tarde del sábado. Según ha podido saberse, el avión que transportaba a la plantilla y al cuerpo técnico a Oklahoma City recibió un aviso de bomba en pleno vuelo que finalmente resultó falso.
De acuerdo a Jeff Twiss, portavoz de los Celtics, el aviso se recibió en el avión cuando se había completado cerca de un 75 por ciento del trayecto. Solo algunos de los que viajaban en el avión conocieron la noticia y se decidió no realizar un aterrizaje de emergencia ya que era alta la posibilidad de que se tratase de una falsa alarma.
Cuando el avión aterrizó en el aeropuerto Will Rogers se indicó a todos sus ocupantes que saliesen del mismo sin ningún objeto personal ni equipaje, los cuales fueron examinados a fondo posteriormente y se descartó cualquier tipo de peligro, aunque el FBI mantiene abierta la investigación. Un agente del FBI explicó al Boston Herald que se cumplieron todos los protocolos en cuanto se recibió la llamada y que el avión fue «examinado» al completo sin que se encontrase artefacto alguno. El mismo agente también confirmó que aún no se sabe desde donde se produjo la amenaza de bomba y fuentes de la investigación afirman que no es conocido si se realizó desde Estados Unidos u otro país. «Una amenaza de bomba es un crimen, aunque sea falsa. A pesar de no haber habido daños materiales o personales, una amenaza de bomba es algo perseguido», confirmó el agente.
Los Celtics jugarán contra los Thunder en Oklahoma City este domingo.