MADRID / ENVIADO ESPECIAL
El fenomenal despliegue que Bojan Bogdanovic, jugador de los Nets de Brooklyn, certificó en el cruce de octavos de final ante Francia se quedó en eso, en la demostración de sus grandes capacidades. Y no porque fallase el triple decisivo para poner por delante a su país, que también, sino porque sus 27 puntos no evitaron la eliminación del combinado balcánico (69-64 fue el marcador final).
El alero croata rellenó una apañada estadística de 8 de 12 en tiros de dos puntos y 3 de 7 en triples. No obstante, su superproducción ofensiva se vio aislada y solo apoyada en los 17 puntos conseguidos por Ante Tomic.
El jugador de los Nets tiró de su equipo en la primera parte, hasta que el tercer cuarto debería de haber desplumado casi todas las opciones croatas. Después, en el último periodo se complementó con Tomic para que Croacia siguiera viva. Pero el problema estuvo a su alrededor, ya que, de sus compañeros, el tercer máximo aportador, Krunoslav Simon, solo hizo 6 puntos.
Aunque falló en el momento decisivo, Bogdanovic completó un partido, y una tarjeta, brillante en ataque. Además, termina el Mundial con 21,2 puntos de promedio, inmerso entre los mejores anotadores del torneo.
El bloque francés
El contrapunto a Croacia fue su rival, Francia, donde fue el bloque el que destacó por encima de lucimientos particulares.
Los 13 puntos de Evan Fournier, los 14, con 4 robos, de Nicolas Batum, los 11 de Mickael Gelabale o los 10 de Heurtel fueron una de las excusas perfectas del triunfo galo. Al reparto ofensivo, hubo que añadir la lección que, de la mano de un Boris Diaw que repartió 5 asistencias, Francia dio desde la pintura.