El base de Los Angeles Clippers, Chris Paul, tuvo una cirugía con láser este verano para reparar sus problemas de visión, que habían crecido de manera significativa durante los últimos años, según ha reconocido el propio jugador al Orange County Register. El base llegó a memorizar las letras de las tablas para comprobar la visión situadas en el centro de entrenamiento de los Clippers para convencer a los médicos del equipo de que veía perfectamente antes de afrontar que necesitaba corregir su vista de una vez por todas.
«Todos me decían que tenía problemas para ver y que entornaba los ojos, hasta Doc Rivers cuando me llamaba para mandar una jugada decía que para mirarle a él también cerraba los ojos ligeramente», dice Paul. «Ha sido la cosa que más nervioso me ha puesto en los últimos años», añade en referencia a la operación antes de admitir que sus amigos LeBron James y Dwyane Wade le llamaron para tranquilizarle al respecto ya que también se operaron con el mismo procedimiento hace años.
Una vez realizada la cirugía, los nervios de Paul no acabaron, ya que tuvo que cuidar de sus ojos los días después de la operación con gotas mientras se recuperaba del láser.
«Te dicen que vas a ver un poco granulado durante unas semanas y me tuve que poner colirios cuatro veces al día durante dos semanas, me daban ataques de pánico», dice el base, que admite también que sus nervios se deben a que es hipocondríaco.