La victoria ante Cleveland no calmó los ánimos de Dwane Casey, entrenador de los Raptors, tremendamente descontento con el arbitraje en estas Finales del Este. A modo de ejemplo, en el segundo partido de la serie recibió una técnica por protestar que sería posteriormente anulada por la NBA. En la rueda de prensa posterior al tercer enfrentamiento ante los Cavs, Casey no se mordió la lengua para criticar la permisividad con la que sus rivales defienden a su pívot Bismack Biyombo.
«Le hacen demasiadas faltas y no señalan ninguna. Lanzamos cero tiros libres en el último cuarto, cero. En los tres partidos vamos 73-46 (en tiros libres)», explicó Casey. «Lo dije antes del partido, tenemos a los mejores árbitros en la liga. Pero no veo cómo pueden no ver esas faltas. Llevo mucho tiempo en esta liga y en el baloncesto universitario pero, de nuevo, tiene que haber consistencia. La misma falta en un lado tiene que ser falta en el otro».
RELACIONADO: DeRozan y Biyombo resucitan a los Raptors
Además de las faltas no pitadas a Biyombo, incluyendo una agresión de Dahntay Jones por debajo de la cintura al final del partido, el pívot recibió una falta flagrante de primer grado por una dura defensa sobre LeBron James. Sumada a la flagrante de segundo grado que recibió de forma retroactiva durante la serie con Indiana, y si no es revocada por la NBA, implicaría suspensión automática por un partido para cualquier flagrante que cometa en estos Playoffs.
«Creo que es golpeado prácticamente en cualquier rebote e intento de palmeo», continuó Casey, «y sencillamente no pitan falta si está intentando una canasta. Necesitamos más consistencia en eso». Declaraciones que posiblemente acarrearán multa de la NBA pero que, a la vez, añaden más presión a los árbitros para los próximos partidos.