No es habitual para veteranos aceptar contratos por el mínimo en equipos lejos de aspirar al título. Es más común ver a jugadores bien entrados en la treintena firmar como secundarios en aspirantes al campeonato para buscar un anillo que dé más lustre a su carrera profesional, incluso sacrificando tiempo de juego en beneficio de otros compañeros en su madurez deportiva. Jason Terry, a sus 38 años, aceptó el reto de jugar en Milwaukee sabiendo que luchar por el anillo es hoy por hoy una utopía, pero buscando minutos que no esperaba encontrar en otros lugares.
Según el diario local Racine Journal-Times, que cubre de forma habitual a los Bucks, aspirantes al campeonato como los Cavaliers intentaron el fichaje de Terry para la próxima temporada, pero la posibilidad de tener un rol más importante en la rotación de Milwaukee fue determinante para su decisión. Como recordatorio, el escolta conoce bastante bien a su entrenador Jason Kidd, con quien coincidió en su época de jugador en los Mavericks.
La llegada a los Bucks de Jason Terry, quien promedió 17,5 minutos por partido en 2015-16 en los Rockets, puede ayudar a cubrir uno de los principales problemas de la franquicia en la pasada campaña: el tiro exterior. Milwaukee viene de ser el equipo con menos triples anotados (5,4 de media) y ha perdido a su mejor lanzador (43,7% en 2015-16) como Jerryd Bayless, con dirección Philadelphia. Con Terry, el jugador bajo contrato con más triples en la NBA (2.169, solo por detrás de Ray Allen y Reggie Miller), la franquicia espera dar un salto cualitativo en este departamento, un reto para el que el veterano francotirador de casi 39 años está preparado.