La victoria de Portland Trail Blazers en su propia cancha ante Los Angeles Lakers tuvo una estampa peculiar. El graderío del Moda Center lucía un extraño colorido. Más que el negro, blanco y rojo propio del equipo local, predominaban los colores púrpura y dorado.
Parece ser que en Oregón, como en otras tantas esquinas del planeta, los Lakers levantan pasiones, y particularmente su «moribunda» estrella, Kobe Bryant. De hecho, puede que tamaña afluencia de simpatizantes de los angelinos se deba a que saben que esa podía ser una de las últimas oportunidades de ver trotar al ’24’ en su tierra. Kobe, jugando al eterno despiste con su jubilación, acapara las miradas de todos aquellos que temen que estén terminando los tiempos de disfrutarlo.
Un espejo en el que mirarse
Más allá de la anónima marabunta que colmaba el pabellón, había otro sujeto a pie de cancha que estuvo gozando como nadie de ‘La Mamba’ aquella velada. C.J. McCollum, escolta de los Blazers que se halla en su tercer año NBA y está viviendo su particular y absoluta eclosión, se enfrentó a su héroe e ídolo, y no dudó en compartirlo con el susodicho al final del choque.
Este momento íntimo lo reveló a prensa en el post-partido y se ha hecho eco Oregonlive.com. «Sólo le dije que es el jugador que he seguido desde que era un niño. Es el jugador que he observado y empleado como modelo en mi ética de trabajo. Sólo entendiendo su forma de apreciar el juego. Le he estudiado desde que era muy joven. He visto muchos vídeos de él. He analizado a muchos otro chicos…pero sus maneras, su enfoque, sus entrevistas tras los partidos…su mentalidad. Kobe tiene una mentalidad de «killer» y esa es la razón por la que ha triunfado tanto».