Desde la misma noche en la que son elegidos por las franquicias, los rookies de la NBA tienen puesta encima una gran cantidad de presión. Y cuanto más alto fuera el pick y más representativo el equipo que les seleccionase, mayor estrés para el jugador.
Es el caso de D’Angelo Russell, uno de los jóvenes talentos más observados durante la pasada Summer League, donde acabó promediando 11,8 puntos, 3.2 asistencias y 5.2 pérdidas de balón por partido.
El cuerpo técnico de los Lakers parece encantado de cómo está respondiendo el base a esa presión, transmitiéndoles la sensación de que es un jugador hecho para cargar con grandes responsabilidades a sus espaldas.
“Es raro que un novato tenga ya tanta confianza”, declaró Mark Madsen, asistente en los angelinos, para Complex Magazine. “La mayoría de lo rookies entran en la liga de manera tímida, nerviosos. Él era ‘el hombre’ en la universidad, y ahora tiene que tratar con super estrellas. La presión es mucho más alta, y la confianza de D’Angelo en sí mismo y en su juego nunca han cesado”.