Los Celtics caen y Thomas pone fin a su racha anotadora

Boston sufrió una fea derrota en casa en un tenso partido ante uno de sus rivales directos por los puestos nobles del Este. Los Hawks, pese a un error arbitral garrafal que expulsó a Dwight Howard antes de tiempo, sacaron un valioso triunfo en su visita al TD Garden por 98-114. El buen trabajo de los titulares a ambos lados de la cancha, especialmente parando a la estrella de los Celtics, Isaiah Thomas, fue clave para la victoria.

43 y final

Desde el 18 de noviembre, ante Golden State, Thomas había sido capaz de anotar 20 puntos en todos y cada uno de los partidos que disputó. En total, 43 partidos que supusieron un récord en la histórica franquicia verde. Una mala noche en el tiro (4/21) y un partido decidido con demasiada antelación le dejó sin poder prolongar su racha, pese a que su capacidad de generar faltas le sirvieron para alcanzar los 19 puntos, con 7 rebotes y 7 asistencias extra.

Por el lado contrario, Dennis Schröder recuperó su mejor versión tras ser suspendido con un partido por su propio equipo, terminando con 21 puntos. Aún más relevante, los interiores de Atlanta pusieron de nuevo en evidencia las carencias en la pintura de Boston, con Dwight Howard (17 puntos y 12 rebotes) y Paul Millsap (17 y 10) dominando a placer al frágil juego interior de su rival.

Una expulsión polémica


La tensión entre ambos equipos quedó de paso demostrada con un encontronazo entre Dwight Howard y un ilustre ex-Hawk como Al Horford que terminó con técnica del pívot de Atlanta. Howard no pudo acabar el partido por una acción absurda. En el tercer cuarto, el jugador se quedó colgado del aro por más tiempo del que los árbitros consideraron conveniente, recibiendo la que sería su segunda técnica y siendo directamente expulsado.

El problema, como luego reconocería la propia NBA, es que este tipo de acciones se castiga con falta antideportiva, no técnica. Si se hubiera castigado correctamente, Howard no hubiera sido expulsado. Un fallo garrafal que al menos no le costó caro a los Hawks. Con Isaiah Thomas lejos de ser el dominador del último cuarto como en tantos partidos esta temporada, Atlanta se llevó con más comodidad de los esperada la victoria.


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