Durante 12 minutos, Golden State firmó quizás el baloncesto ofensivo más excelso que se ha visto esta temporada. Ante un rival del calibre de los Raptors, el equipo de Steve Kerr jugó a un ritmo infernal imposible de detener. Eso sí, los Warriors tuvieron que sudar en el resto del partido para asegurar su victoria por 121-111. Incluso en la derrota, Toronto mostró un carácter especial.
Arranque de fantasía
40+ points in the first quarter … NICE!!! pic.twitter.com/dwjh1epIMC
— Golden State Warriors (@warriors) December 29, 2016
72,0% en tiros de campo, 66,7% en triples, 13 asistencias, solo 2 pérdidas. El ataque de Golden State funcionó como un reloj en los 12 primeros minutos de partido, resueltos por un rotundo 42-17. Kevin Durant, para colmo, siguió añadiendo a su ya asombroso repertorio de habilidades la de protector de aro, poniendo 2 tapones en este primer cuarto de sus 5 totales.
Eso sí, los Raptors no se vinieron abajo ni bajaron los brazos tras este descorazonador comienzo, incluso esperándoles un largo viaje a Phoenix para disputar otro partido 24 horas después. La garra de Kyle Lowry (27 puntos, 11 asistencias y 6 rebotes) y DeMar DeRozan (29 puntos y 6 asistencias) salió a relucir, combinado con la buena aportación desde el banquillo de Terrence Ross (24 puntos).
Sin respiro hasta el final
Y, de repente, Toronto llegó a colocarse a cinco puntos antes del descanso, celebrando de paso la proclamación de DeRozan como el máximo anotador de la historia de la franquicia. Los Warriors no perdieron la calma ni la ventaja, pero supieron que iba a ser imposible activar el piloto automático como ante otros rivales. Para sus estrellas, no fue problema.
Stephen Curry (28 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias), Kevin Durant (22 puntos, 17 rebotes, 7 asistencias, 5 tapones), Klay Thompson (21 puntos) y Draymond Green (14 puntos, 10 asistencias, 2 robos, 2 tapones) fueron los de siempre. Una perfecta máquina engrasada en ataque y efectiva en defensa. En sus descansos, fue cuando Toronto pudo apretar.
Y así fue el resto del partido. Golden State volvió a apretar el acelerador en el tercer cuarto (perfecto 4/4 en triples combinado de Curry y Thompson). Los Raptors volvían a acercarse aprovechando las rotaciones de Steve Kerr, hasta que los titulares sentenciaron al final. La orgia anotadora del primer cuarto de los Warriors sirvió de suficiente colchón ante la admirable brega de Toronto.
Solidez probada
Golden State, con esta victoria, sigue mandando en el Oeste y en la NBA con un brillante 28-5, recuperándose así de la derrota sufrida en Navidad ante Cleveland. Los Raptors se quedaron sin poder apretar la batalla por el primer puesto del Este con los propios Cavs.
Eso sí, como testamento de su consistencia en esta temporada, Toronto era hasta su visita en el Oracle Arena el único equipo NBA que no había perdido ningún partido en 2016-17 por al menos 10 puntos. Hizo falta un cuarto de fantasía de los Warriors para poder romper este hito.