Hoy se ha conocido la resolución del juicio al jugador de los Phoenix Suns, P.J. Tucker.
El alero, que fue acusado por conducir «extremadamente borracho», ha sido condenado a 3 días de cárcel y a 11 días de arresto domiciliario tras aceptar colocar un dispositivo de bloqueo en su coche –durante 18 meses–, pagar un total de 2.750 dólares y prometer su asistencia a sesiones dedicadas a evitar el abuso de sustancias (en este caso, alcohol). Tucker estará «a prueba» durante hasta 5 años. La información ha sido adelantada por la agencia de noticias, Associated Press.
«Lo siento de verdad, asumo la responsabilidad absoluta de mis actos. No hay excusas. Ahora, es mi responsabilidad examinar mi vida y hacer los cambios necesarios para que esto no vuelva a pasar», ha dicho Tucker.
Los Suns le apoyan
Desde Phoenix, donde han estado al tanto de la situación en todo momento, han dejado claro que apoyarán al jugador.
«Estamos convencidos de que él dará los pasos necesarios para que no se repita. Los Suns no perdonan su conducta, pero sí que le apoyamos en su recuperación», ha dicho el presidente de operaciones baloncestísticas, Lon Babby.
Tucker, que firmó hace poco un contrato por tres años y 16,5 millones de dólares, concluyó su declaración asegurando que no les defraudará.