Los Warriors continúan a velocidad de crucero en su camino para asegurarse el mejor balance del Oeste y de la NBA en temporada regular. El vigente finalista resolvió con menos alardes de los esperados a un pasado y quizás futuro rival de Playoffs como Portland. Sin Damian Lillard, los Blazers dieron batalla hasta acabar sucumbiendo por 125-117.
C.J. McCollum (35 puntos, con un 13/31 en tiros de campo) fue de nuevo el ejecutor del ataque de Portland de principio a fin. El esguince de tobillo que ha dejado fuera de combate a Damian Lillard en los últimos cuatro partidos ha obligado al escolta a tomar el control. Eso sí, otros secundarios de los Blazers como Allen Crabbe (18 puntos) y Mason Plumlee (16 puntos y 10 rebotes) dieron un paso adelante para controlar al mejor equipo de la temporada.
Un Curry distinto
Por los Warriors, la gran noticia fue recuperar al Stephen Curry más agresivo mirando al aro. El MVP terminó con 35 puntos, con 5 triples, añadiendo 7 rebotes y 5 asistencias. Sin ser su partido más brillante (5/13 en triples y 5 pérdidas), Curry tuvo canastas clave para mantener a distancia a los necesitados Blazers, quienes nunca renunciaron a dar la gran sorpresa hasta el minuto final.
Pero Golden State fue demasiado. Kevin Durant aportó 30 puntos en ataque, y 3 tapones y 2 robos en defensa, mientras que Klay Thompson hizo un buen trabajo complicando en la medida de lo posible a C.J. McCollum. Todo mientras Draymond Green ejerciendo de perfecto complemento a ambos lados de la cancha, con 9 puntos, 11 asistencias, 7 rebotes y 3 robos.
Manteniendo la jerarquía
Con estos mimbres, Golden State mantuvo durante casi todo el partido un colchón de al menos cinco puntos de diferencia en busca de una escapada definitiva que nunca llegó. Los Blazers dieron siempre la cara, permitiéndose incluso un mate de Meyers Leonard sobre dos MVP como Curry y Durant, en busca de la que hubiera sido su victoria más prestigiosa de la temporada, pero acabaron sufriendo su 11ª derrota en 14 partidos. Los Blazers, eso sí, se mantienen novenos con un balance de 15-22, con solo dos derrotas más que el octavo del Oeste (Sacramento, con 15-20).
Por su parte, Golden State sigue sólidamente instalado como el mejor equipo de la NBA, con un balance de 31-5, tras lograr su cuarta victoria consecutiva. San Antonio, su perseguidor más inmediato, se queda con tres victorias menos (28-7), mientras que su gran rival en el Este, Cleveland, cayó en casa ante Chicago. Todo sigue marchando a la perfección en los Warriors.