Dos victorias consecutivas ante Chicago Bulls no cambia nada, y en New York siguen pensando en como deshacerse de, a día de hoy, su base titular, José Manuel Calderón.
El español tiene un contrato garantizado para el curso que viene por valor de 7,7 millones de dólares. Después de éste, se convertiría en agente libre. En la Gran Manzana han pensado en una vía para acelerar este proceso y sacar tajada de algún modo. Y es que Calderón no entra en los planes de reconstrucción knickerbocker, por lo que ven innecesario alargar la agonía.
En este escenario, según el New York Post, eleva la cabeza la conocida como ‘stretch provision’; una cláusula que consiste en un movimiento mutuo —de equipo y jugador— por el que, en este caso, Calderón sería cortado, y los Knicks tendrían la posibilidad de prorratear esos 7,7 millones. El pago de esa canditad podría dividirse en varios años a partes iguales, lo que flexibilizaría el margen de maniobra salarial para que Phil Jackson acometa operaciones el inminente verano.
Optar o no por esta opción parece que dependerá bastante del rendimiento mostrado durante las Ligas de Verano de Tony Wroten, en quien la franquicia confía en depositar bastantes expectativas de futuro.