El año de Kemba Walker está siendo espléndido. Sus Hornets se fueron a dormir compartiendo el tercer puesto del Este con Boston, y su temporada es de nivel All-Star. Sus 22,3 puntos de promedio y su 40,9% en triples son de momento récords personales de carrera NBA. Eso sí, esta confianza excedió al menos por unos segundos la realidad en su partido ante Miami.
Celebración precoz
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Tras un lanzamiento triple desde la frontal, Walker vio como la bola rebotaba en el aro con una trayectoria que parecía llevarla al fondo de la red. El base se giró y empezó a agitar el cuerpo como celebración. El único inconveniente es que, finalmente, el balón salía rebotado mientras los interiores de Hornets y Heat peleaban por su posesión, que acabaría recuperándose para Miami.
No es la primera vez que esto ocurre. De forma aún recordada, Nick Young vivió la misma celebración prematura en un partido ante los Knicks. Eso sí, Kemba Walker tendrá motivos para sonreir recordando la jugada. Los Hornets consiguieron ganar a Miami con comodidad por 91-82 en la revancha de la primera ronda de los pasados Playoffs, y Walker acabó como máximo anotador con 22 puntos.