La franquicia de Massachusetts remontó una desventaja de 19 puntos en el tercer cuarto liderada por Walker
Boston Celtics quiere estar en la pelea. A diferencia del curso 2018-19, en el cual todos los focos estaban sobre ellos, este año los verdes han pasado todo el verano en la sombra, e incluso al empezar la temporada tampoco se les ha dado demasiado bombo. Partidos como el de anoche pueden comenzar a cambiar esa percepción.
Los chicos de Brad Stevens recibían en su cancha a Milwaukee Bucks, y lo hacían además con las importantes bajas de Jaylen Brown (enfermedad) y Enes Kanter (tercer partido fuera por molestias en la rodilla izquierda). Tales contratiempos no impidieron que tras una primera mitad complicado, perdían 42-58, se recuperasen con un parcial de 38-18 en el tercer cuarto que lideró Kemba Walker. El flamante fichaje de Boston firmó 21 de sus 32 puntos en este periodo para que los Celtics acabasen por llevarse el triunfo por 116-105.
Sin duda fue una noche en la que los titulares de Boston terminaron por decantar la balanza. Además del buen desempeño de Walker, Jayson Tatum aportaría 25 puntos, Marcus Smart se iría hasta los 19 y Gordon Hayward se acercaría al triple-doble con 21 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias. El alero cree que la reacción del equipo fue fruto de la defensa. «Todo comenzó en el lado defensivo. Conseguimos pararlos en algunas jugadas seguidas, nuestra energía explotó y eso nos llevó a dar la vuelta al partido en la segunda mitad».
No le falta razón a Hayward. El choque tuvo dos partes bien diferenciadas. Una primera en la que los Bucks dominaron a través del juego interior –eran superiores en ese apartado–, y una segunda en la que los Celtics supieron sacar a sus rivales del partido. En lo que concierte al rendimiento de los de Wisconsin, Khris Middleton fue el máximo anotador con 26 puntos, mientras que Giannis Antetokounmpo firmó un doble-doble de 22 puntos y 14 rebotes.
Los porcentajes de Antetokounmpo
Mucho se habló en verano de la necesidad de Giannis Antetokounmpo de mejorar su lanzamiento exterior, y visto el inicio de campaña, parece estar lejos de tener un tiro estable. En el último partido se quedó en un 0 de 2 en triples que lo deja en un total de 2 de 14; es decir, un 16,7% de acierto. Todos sabemos que no es su fuerte. Sin embargo, más doloroso aún está siendo verle desde la línea de personal, y es que ahí se está quedando en un 53,6% cuando el año pasado estuvo en un 72,9%. The Greek Freak aún tiene que pisar el acelerador.
Casi sin banquillo
Uno de los datos curiosos de la noche llegó por la gran diferencia que hubo entre los banquillos de ambos conjuntos. Boston certificó su victoria sin hacer prácticamente uno de la segunda unidad, y es que esta se quedó en únicamente ocho puntos. Milwaukee por su parte si disfrutó del acompañamiento de sus suplentes, que sumaron 37 puntos a la causa. Pese a esa diferencia de 29 puntos entre ambas bancas, la victoria se quedaría en territorio de los Celtics.