Anormalidad a gusto del consumidor. Si el último rumor de Shams Charania se cumple, los equipos podrán decidir, en una minúscula horquilla, si quieren arrancar el curso 2020-21 más o menos calientes, más o menos cerca de las lesiones y con mayor o menor tiempo para probar quintetos, fórmulas, pizarras, y cosas en general.
Si la fase (i)regular arranca oficialmente el día 22, la pretemporada está fijada para resolverse entre los días 11 y 19 de diciembre, y respecto a esa semana ‘larga’, las franquicias deben ahora transmitirle a la Liga si optan por una mini-preseason de tres o de cuatro partidos.
Adiós a las Summer Leagues, a los largos training camps y adiós, por supuesto, a las giras asiáticas para generar ingresos mientras los novatos acumulan minutos y los veteranos ponen piernas y pulmones a punto. Pretemporada en territorio nacional y al menos un encuentro deberá disputarse en pabellón propio, según Charania.
Un escenario ideal habitualmente para que los head coach prueben sus alineaciones más atípicas, los sophomores ganen galones y los rookies de segunda ronda tengan su oportunidad. Esta vez, el margen es escaso. Apenas 150-200 minutos para que los quintetos habituales trabajen o recuperen su química… y, a lo sumo y como más interesante, asistir en Brooklyn a un efímero borrador de lo que será su dupla estrella: Irving – Durant.
