Joe Abunassar ya era uno de los entrenadores personales más reputados cuando viajó a Jackson, Mississippi, para comprobar in situ los avances del mejor prospect de high school de la ciudad.
Su currículum era absolutamente envidiable: distinguido recientemente con el galardón Mr. Basketball USA al mejor jugador de instituto del país, el mismo que había recibido dos años atrás LeBron James y, previamente, jugadores del calibre de Wilt Chamberlain, Oscar Robertson, Lew Alcindor, Moses Malone, Patrick Ewing o Jason Kidd.
Además, había sido elegido McDonald’s All-American y había conquistado dos títulos estatales en las filas del Lanier High School. El segundo, tras promediar la barbaridad de 38,4 puntos, 7,9 rebotes, 6,9 asistencias y 4,5 robos, liderando a su equipo a un casi inmaculado récord de 35 victorias y dos derrotas.
A pesar de la oferta en firme procedente de la Universidad de Mississipi State, Ellis decidió aceptar la propuesta de Abunassar y marcharse con él a la prestigiosa IMG Academy de Brandenton, Florida, para prepararse para el draft de la NBA de 2005.
