Mil oportunidades han tenido Zion Williamson y los New Orleans Pelicans de perder la esperanza. Empezando por la estrella y su inconsistencia física, cada temporada del equipo tiene su tragedia (o tragedias) particular. Siendo la presente la cima de la desdicha.
Al menos, Zion está de vuelta y rindiendo especialmente bien a nivel individual a pesar de la pobre situación del equipo. Ayer mismo protagonizó el segundo triple-doble de su carrera para vencer a los Clippers. Evidentemente, el tirunfo tiene poco peso en la temporada, pero el estado de Williamson da pie a soñar.
«En estas situaciones es cuando tienes que ser profesional y decidir qué quieres hacer en esta situación. Lo hemos hablado como equipo. La temporada no ha ido como esperábamos, pero eso no significa que no podamos empezar a construir para el año que viene», declaró en rueda de prensa. «Tenemos que mantenernos involucrados en verano y, cuando empiece la próxima temporada, estar centrados».
Los Pelicans han ganado apenas 18 partidos en lo que va de curso, el cuarto peor registro de la liga. Cinco de esas victorias han llegado en los últimos diez partidos. Y, junto a las buenas sensaciones de Williamson, toca sumar la evolución de Trey Murphy III, quien ha pasado de jugador de rol de lujo a anotador de tres niveles. Mimbres, como ya lleva pasando varios años, hay. Ahora solo falta la suerte que les ha esquivado.
(Fotografía de portada de Matthew Hinton-Imagn Images)
