Cuando Collin Sexton fue elegido como número ocho del draft de 2018 por Cleveland Cavaliers, se esperaba mucho de él. Eléctrico, anotador, decidido… Sus cualidades brillaron al instante de pisar la cancha y para el curso 2020-21 ya estaba en un promedio de 24,3 puntos. Su carrera parecía ir lanzada, pero todo cambió con la eclosión de Darius Garland y unos Cavs que empezaban a despegar dejándole a un lado…
Casi señalado como la pieza que sobraba, y además lesionado gravemente con una rotura de menisco, los de Ohio lo mandaron a Utah, donde no lo ha hecho mal, pero sin destacar como antes. Sexton estaba algo apagado en Salt Lake City y por ello celebra con una sonrisa su traspaso a Charlotte Hornets, en lo que define como una oportunidad perfecta tanto a nivel personal como profesional.
«Estoy súper emocionado y súper agradecido por la oportunidad. Estoy listo para venir y ayudar a construir una cultura, convirtiéndome en un líder de manera inmediata», comenta a The Charlotte Observer.
Sexton, quien la campaña pasada se marchó a un promedio de 18,4 puntos y 4,2 asistencias con un 48 por ciento en tiros de campo, ya ha realizado algunos entrenamientos con sus nuevos compañeros, asegurando que encaja muy bien con ellos. «Las últimas dos semanas entrenando y demás… han sido muy divertidas. Me he adaptado a los chicos», expresa.
Collin Sexton, al lado de casa
A sus 26 años, Sexton compartirá backcourt con dos grandes jugadores como LaMelo Ball y Brandon Miller. Para él es emocionante sumar su talento al de estas piezas, algo que además hará sintiendo el apoyo de su familia, ya que desde Charlotte hay un corto trayecto hasta su ciudad natal, Atlanta.
«Ah, sí, el apoyo que tengo en Atlanta está a solo tres horas y media, así que también estoy súper emocionado por ello. Tengo muchas ganas de conocer a los entrenadores y la organización», concluye.
(Fotografía de Brett Davis-Imagn Images)
