El jugador de los Houston Rockets, Dwight Howard, está cumpliendo con los plazos de recuperación después de someterse a una inyección de aspirado de médula ósea.
El pívot, alejado de las pistas desde el pasado 30 de enero, arrastra un edema, es decir, ha acumulado líquido en el tejido intercelular.
«Está mejorando», admitió Kevin McHale. «Lo vi en la cinta, lo que es una buena señal. Pero no lo he visto en la pista. Hasta que no lo vea en la pista, ¿quién sabe?», agregó.
Howard ha comenzado con los entrenamientos en piscina y con las pesas, sin embargo todavía no se ha podido unir al resto de sus compañeros.
«He visto a un montón de jugadores grandes estar dos meses de baja y han vuelta y le has llevado un tiempo», dijo el técnico. «Es el ritmo del partido y la rutina de la NBA. Los partidos, el tamaño, la velocidad. Cuando estás lejos de todo eso, lleva un tiempo para volver», explicó.
«Estoy esperando a que vuelva, pero no volverá hasta que no esté sano y no sabemos cuantos partidos va a jugar para nosotros. No estoy seguro en cuantos podrá estar, pero tenemos que asegurarnos de usarlo lo mejor posible. Tiene que estar en el mejor ritmo posible», concluyó.
Howard ha disputado esta presente campaña un total de 32 partidos con un promedio de 16,5 puntos, 11,3 rebotes, 1,4 asistencias y 1,4 tapones en 32,2 minutos.