Denver Nuggets: debajo del radar

A pesar de que nadie se veía ahora respondiendo a esto, la pregunta está ya en la calle: ¿Hasta dónde llegarán estos Nuggets en los Playoffs? Honestamente, ni George Karl pensó que los Denver Nuggets estarían en posición a día de hoy de poder dar respuesta. Más de un mes después de traspasar a su jugador-franquicia, los Nuggets no se han hundido (léase, como sí hicieron Suns, Cavs, Jazz o Raptors). En realidad, han hecho exactamente lo opuesto. Han mejorado.

Todos lo sabéis, pero lo diremos de nuevo: desde el traspaso de Carmelo Anthony a los Knicks, el balance de Denver es asombroso: 16-4, llegando a ganar siete encuentros de forma consecutiva (la racha actual está en seis) y, más recientemente, con una magnífica victoria a domicilio ante unos Los Angeles Lakers en plena forma.

Las sensaciones eran otras cuando el traspaso se produjo. Los Nuggets obtenían buenas piezas sí, pero nada comparado con Anthony. Suele ocurrir cuando una franquicia se desprende de su jugador estrella; no importa lo que consigas a cambio, pues nunca será mejor que lo que perdiste. Pero Denver ha hecho de la excepción, regla. Ahora tienen a una unidad que trabaja junta, que entiende la filosofía de su coach a la perfección, que se adapta a los nuevos roles y que, además, se impregnan de la nueva cultura sin rechistar. Un buen número de jugadores están ahora floreciendo bajo la luz que proyecta Karl.

Ganan, ya lo hemos visto, pero es que juegan de maravilla. Desde que Melo se fue, no ha habido todavía una mala noche en los Nuggets. Las cuatro derrotas que acumulan, combinadas, suman en total tan solo 15 puntos de diferencia. Tres fueron ante Orlando, Miami y Portland, y la única sorpresa (la de Los Angeles, ante los Clippers) quizá no lo sea tanto a tenor del 22-18 que los de Blake Griffin presentan en casa esta temporada regular.

Primer objetivo: Conseguido. Aquello que parecía una odisea cuando su GM, Masai Ujiri, puso fin al Melodrama es ahora una realidad: Los Nuggets ya están clasificados para los Playoffs. Y bien cerquita en el retrovisor de los Thunder, tanto en la lucha por el título de la Northwest Division como en la de la cuarta posición de la Conferencia Oeste. Un auténtico logro. Y ahora que ya están aquí, no importa más el cómo llegaron y sí el hasta dónde llegarán.

De inicio, todos los descartaríamos para un largo recorrido esta próxima post-temporada, pero aquí está lo que suele dar victorias también en los Playoffs: buen baloncesto. ¿Y qué están ofreciendo los Nuggets desde hace cinco semanas?. Pues eso. Y en ambos lados de la pista. El cambio más significativo es que ahora la distribución de la anotación está mucho más repartida. Seguramente no haya mayor amenaza para un rival que encontrarse ante una equipo capaz de mantener en pista siempre a cinco hombres, y no solo a uno, capaces de anotar. Entendiendo por esto, no un par de bandejas aquí o allá, sino anotar de verdad; capaces de poner dobles dígitos en el boxscore de forma consistente. En eso se han convertido estos nuevos Denver Nuggets de George Karl.

Son muchas las declaraciones públicas de jugadores NBA que, últimamente, hablan de lo bien que los Nuggets juegan y el respeto que ello infunde en todas las franquicias del Oeste. Lógico, pues para eliminar a cualquier equipo en los Playoffs se necesitan cuatro victorias ante el mismo rival y, a día de hoy, nadie ve a los Nuggets perdiendo cuatro partidos seguidos o alternos. Porque, entre muchas otras cosas, la nueva y enorme profundidad de la plantilla de Denver permite igualar cualquier planteamiento del oponente. Tienen buenos tiradores (altos y bajos), dos muy buenos pointguards, un big man que anota tanto como rebotea, un banquillo sobresaliente, un enforcer allá en medio para poner la dureza que cada ocasión requiera, y una confianza quizá solo al nivel de la de Chicago Bulls. Construidos para todo.

Quizá la única preocupación a la hora de afrontar los Playoffs sea el comportamiento del equipo fuera del Pepsi Center (donde acumulan un balance de 17-22), pero la victoria del pasado domingo en el Staples ante unos enrachados Lakers (por el cómo fue) sea sin duda un buen ejemplo de cómo son capaces de hacerlo también en ese aspecto. El Western ya estaba avisado sobre estos Nuggets, pero la reciente victoria ante los bicampeones, ciertamente, ha levantado aún algunas cejas más.

Pongamos antes de acabar los pies de nuevo en el suelo. Ganar en Playoffs no es tarea sencilla, sin importar quién eres o cómo andas jugando. Ganar a un muy buen equipo cuatro veces es difícil. Y acabe como acabe la regular season para Denver, los Thunder estarán ahí a mediados de este mes de Abril. Un equipo que contiene a dos All-Stars como Durant y Westbrook, más una buena dosis de talentosa juventud y  un amplio abanico de dureza ahí adentro. Lo que es seguro es que la serie entre ambos será tan divertida como complicada.

Los Nuggets han demostrado ya ser capaces de mirar hacia delante pero, sin embargo, no son favoritos. Lo que significa que el conjunto de George Karl está exactamente donde más cómodo se puede sentir, debajo del radar.


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