Eric Gordon: un físico resucitado

¡Cómo ha empezado la temporada Eric Gordon! Con el Oracle Arena como escenario, los Warriors como rivales y la dupla Harden-Paul acaparando flashes, este chico de Indianapolis dejó claro en una sola noche que su vigente título de mejor sexto hombre puede quedarse incluso corto este curso.

Fueron 24 puntos –una cifra que por sí sola ya está bien–, pero lo más notable es que esa anotación no llegó desde su muñeca, sino desde sus piernas. Sí, tras años de depresión física, Gordon demostró que ese joven que deslumbró con su explosividad en Clippers no estaba acabado, solo en pausa.

Con la responsabilidad ofensiva de la segunda unidad sobre sus hombros, Gordon condujo a los Houston Rockets con una exhibición atlética que quedó sellada con dos violentos mates que llevaron el silencio a la grada. Hizo 0 de 6 en triples, pero 9 de 10 en el resto de tiros (siempre atacando el aro con confianza y decisión).

Y decimos resurrección porque así ha sido. Llevado hasta New Orleans en 2011 como parte del traspaso de Chris Paul a Clippers, Gordon solo pudo disputar nueve partidos antes de que su rodilla derecha dijese basta. Pasó por el quirófano y se perdió el resto de la temporada. No quedó ahí su calvario. Al año siguiente, presumiblemente recuperado, se quedó en 42 apariciones tras comprobar que su articulación no terminaba de responder, contratiempo al que se sumaba una lesión en la muñeca.

En las tres siguientes campañas, todas formando parte de la franquicia de Luisiana, sus sensaciones continuaron sin ser buenas. Sus porcentajes eran malos, su anotación irregular y a veces escasa; y lo peor, daba la sensación de tener alergia a pisar la pintura (verle saltar con fuerza era casi anécdota).

D’Antoni, el cambio

Pero entonces apareció Mike D’Antoni. Elegido para reconducir a Houston, este técnico enamorado del juego rápido sumó a su proyecto a Eric Gordon cuando no todos confiaban en que fuese un acierto. Acertaron los Rockets. Con un cometido en pista y la libertad para desarrollar todas sus cualidades, el proyecto de la universidad de Indiana recuperaba el brillo en un equipo que, como decíamos, le encumbraría como el mejor sexto hombre de la competición.

Un lujo deseado

¿Hay alguien mejor en la segunda unidad de algún otro equipo? No lo parece. Nacido para ser titular y puntal ofensivo de cualquier franquicia de la NBA, Gordon pasa por ser un robo no del Draft, sino de los otros quintetos. El jugador que vimos en Pelicans alimentaba dudas hasta el punto de que se le tildó de contrato tóxico. Ahora, con tres años por delante a cambio de 40 millones de dólares, no hay voz que ponga en entredicho que cada dólar está invertido de forma excelente.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.