Juwan Morgan y el camino del ‘undrafted’

Dennis Lindsey conocía muy bien a Juwan Morgan. Como vicepresidente de operaciones de Utah Jazz había seguido la evolución del jugador durante su etapa universitaria en Indiana. Fue él quien le firmó un contrato Exhibit 10 después de no ser elegido en el draft de 2019. El directivo comprobó de primera mano el rendimiento del jugador durante la Liga de Verano y lo invitó al training camp de los Jazz. Allí, su rendimiento al lado de los veteranos lo sorprendió gratamente.

«Siempre estuvo en el lugar correcto en el momento preciso», afirmó Lindsey a The Athletic. «Hizo muchas pequeñas cosas que nos gustó. Nos llamó la atención que un novato llegara a la cancha junto al roster habitual y estuviera tan preparado como él lo estaba».

Menos de un año después, Morgan formó parte del quinteto inicial en el primer duelo de la serie de primera ronda de playoffs ante Denver Nuggets. El rookie disputó 25 minutos, capturó siete rebotes, se implicó en defensa, mostró una contagiosa intensidad y lideró el partido en diferencial en pista con un +17. Apenas dos días más tarde repetirá condición de titular aprovechando la ausencia de Mike Conley, quien cumple ya el periodo de cuarentena establecido tras acudir al nacimiento de su hijo.

Conocer la personalidad de Morgan ayuda a comprender el contexto de su logro personal. En menos de una temporada pasó de ser un agente libre no reclutado con un futuro incierto a ser componente del quinteto inicial en playoffs de un equipo con altas aspiraciones. Los contratos Exhibit 10 están dirigidos casi exclusivamente a aquellos jugadores que se espera que sean cortados del roster tras el traning camp. Normalmente, su destino es la Liga de Desarrollo. Y fue así para Morgan. Al menos inicialmente. Pero su rendimiento fue tan bueno con los Salt Lake City Stars, filial de Utah, que tanto Lindsey como el general manager Justin Zanik no quisieron arriesgarse a perderlo. Tras 15 partidos en la G-League y unos números de 14,3 puntos y 7,7 rebotes le firmaron un acuerdo parcialmente garantizado sin pasar por un contrato dual.

Un modus operandi que representa perfectamente la filosofía de la franquicia. Establecidos en un mercado pequeño con un nulo historial de importantes traspasos o firmas importantes en la agencia libre, los Jazz focalizan sus esfuerzos en el desarrollo de los jugadores y la cocción a fuego lento de sus proyectos. Pero Morgan ha completado un ascenso inesperado. Frenético, en el lapso final de la temporada. Antes de la suspensión de la competición por la pandemia de COVID-19 su nombre había desaparecido de la rotación de Quin Snyder. Tras concluir los seed games quedó claro que era un potencial candidato para disfrutar de minutos en playoffs. Cuando Mike Conley anunció su breve salida de la burbuja por el nacimiento de su hijo, Morgan ascendió directamente al quinteto titular.

La importancia de su mentor, Tom Crean

Hay quien no encuentra explicación a que Juwan Morgan no haya sido seleccionado por ninguna de las 30 franquicias en el draft. Tom Crean, actual entrenador jefe de la Universidad de Georgia, reclutó a Morgan hace un lustro para el centro de Indiana como parte de una clase de un nivel brillante. O.G. Anunoby, Thomas Bryant, Yogi Ferrell o Romeo Langford fueron algunos de sus compañeros durante su estancia de cuatro años como componente de los Hoosiers. El propio Crean creyó en un principio que Morgan sería absorbido por el talento de la plantilla. «Teníamos proyectado que no estaría con nosotros más allá de su año junior.» Los números en su primer año, apenas 2,4 puntos en poco más de nueve minutos, parecían cumplir esta profecía.

Pero el jugador no se rindió. Poco a poco fue mejorando sus fundamentos y añadió nuevos recursos a su juego. Este cambio enamoró a Crean, amante de los jugadores versátiles. Y Morgan se convirtió en uno. Aprendió a organizar el juego, mejoró su defensa, añadió músculo a su cuerpo y luchó cada posesión como si fuera la última. En sus dos últimos años se convirtió en titular indiscutible. Incluso llegó a desempeñar el puesto de base en momentos concretos.

Para cuando afrontaba su últimos meses en Indiana, el desarrollo de su juego se equiparaba a la cantidad de lesiones sufridas. Una dolencia en el tobillo lo acompañó durante meses y su hombro se dislocaba con tanta facilidad que apenas le suponía un reposo de unas horas. Crean, quien focalizó todos sus esfuerzos en que Morgan fuera tan hábil en manejar la pelota como en capturar un rebote, cree que fue esta tendencia natural a las lesiones lo que lastró su reputación entre los scouts de la NBA.

«Nunca hubiera pensado que Juwan no hubiera sido elegido en el draft. Pero ocurrió y las lesiones ciertamente fueron un factor», dijo Crean. “Nos encantó que fuera un ganador durante todo el año. Ha ganado en todos los niveles que ha jugado. Juega con buen ritmo. Tiene muy buena visión y aplomo. Es un chico muy maduro y profesional. Jugó con dolor, mucho dolor y nunca se quejó de ello. Hizo lo que tenía que hacer en rehabilitación y salió a jugar. Desde que dejó la universidad, ha logrado grandes avances».

Cuando Morgan y su agente, Keith Kreiter, se hallaban buscando equipo, los Jazz llamaron a su puerta. El otro gran foco de interés procedió de Chicago. El primero destacaba por su ejemplar historial en el desarrollo de jugadores jóvenes. Los Bulls se presentaban como una oportunidad para luchar por el último puesto en el roster definitivo. El mayor aplomo de Lindsey y la rapidez para ofrecer un contrato Exhibit 10 decantó la balanza a su favor.

«Fue una locura, todo lo que condujo a eso», reconoció Morgan tras el primer duelo ante los Nuggets. “Todos se acercaron y dijeron: ‘Es solo baloncesto. Hacemos esto todos los días; no es nada diferente’. Solo quería salir, aprender las jugadas y darlo todo. Mi enfoque principal era el mismo cada vez que pisaba la cancha. Quería jugar duro, ser duro en defensa, luchar cada rebote y taponar tiros. Quería hacer todas esas pequeñas cosas y luego hacer la vida más fácil para todos los demás».

Una vez que Conley esté de vuelta, Morgan regresará al banquillo de los Jazz. Su relevancia será aún menor cuando Bogdanovic regrese a la acción. Ello no borrará el verdadero mensaje de esta historia: no ser elegido en el draft no significa que el sueño de la NBA se desvanezca. Ejemplos actuales como Fred VanVleet o Duncan Robinson son clara muestra de ello. Cuando la incipiente carrera de Morgan parecía descarrilar, trabajó con ahínco y determinación para devolver su tren a las vías de la NBA.

(Fotografía de portada de Ashley Landis – Pool/Getty Images)


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