Completado el primer mes de regular season, los Portland Trail Blazers están siendo los encargados de escribir una de las narrativas más sorprendentes de la competición. De los catorce partidos que han disputado hasta el cierre de estas líneas han ganado diez, lo que les permite situarse en lo más alto de la Conferencia Oeste por delante de Phoenix Suns, Denver Nuggets y Utah Jazz.
Si bien un compendio de decisiones y situaciones diversas han derivado en la situación actual del equipo, los brotes verdes que empieza a devolver el camino son fruto de una primera semilla plantada en el verano de 2021. Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio, Damian Lillard tuvo la oportunidad de forjar un vínculo con Jerami Grant, ambos componentes de la selección de Estados Unidos y ahora también compañeros en Portland.
El asiento de Lillard se encontraba justo detrás del de Grant en el autobús del equipo, donde dieron lugar las primeras conversaciones antes de que estas se prolongaran también a las cenas en el restaurante del hotel del equipo. Y ambos conectaron al instante.
A Lillard le sorprendió la manera en la que Grant defendió en los entrenamientos a Kevin Durant y Devin Booker, mientras que a este le gustó el tranquilo temperamento de Dame y cómo contrastaba con su feroz espíritu competitivo en pista. Al base le terminó por convencer la disciplina de Grant, quien continuaba trabajando en la pista después de los entrenamientos grupales.
Así, la cuestión que rondaba sus cabezas no tardó demasiado en salir en sus conversaciones: ¿por qué no jugar juntos en Portland? Entonces, Grant había finalizado su primer año con los Pistons, con quienes había firmado un contrato por tres años y 60 millones de dólares. Y a pesar de que en Michigan había encontrado el papel primario del que nunca pudo disfrutar en Denver y Oklahoma City, los resultados del equipo le hicieron entender que el éxito colectivo no le iba a llegar allí. Mientras tanto, la frustración se había vuelto a apoderar de Lillard después de ser superados en primera ronda de playoffs por los Nuggets.