Sin Kawhi Leonard, Golden State Warriors criogenizó las opciones de los Spurs en el segundo encuentro de las finales de conferencia. Nada que ver con el primer día, cuando San Antonio encontró una fórmula urticante para el equipo de Oakland. Lo que sí está siendo común denominador en los encuentros de playoffs disputados hasta el momento es un incisivo Stephen Curry, que está completando una de sus mejores postemporadas. ¿La mejor de todo su archivo? Lo analizamos a continuación.
El base de los Warriors está produciendo una media de 28,6 puntos por encuentro en los presentes playoffs. Nunca había anotado tanto en unas eliminatorias por el título, y este año tiene más mérito contando con una presencia absorbente de balón como Kevin Durant y también que Golden State lleve un récord de 10-0 desde que empezó la postemporada. Más puntos para Curry y más victorias que nunca del equipo.
Este martes ante San Antonio, Stephen Curry transcribió perfectamente las intenciones de los Warriors. Pocos intentos a canasta por jugador, ataque muy repartido, gran movimiento de balón, paciencia y opciones liberadas y acierto letal para arrollar a su rival. Curry fue el máximo anotador de la tortura con 29 puntos, 8 de 13 en tiros de campo y 6 de 9 en triples. Solo 13 lanzamientos para acabar en 29 tantos —desde la línea de personal hizo pleno de siete aciertos—, toda una ejecución de alta gama. Y lideró el festival de asistencias de su equipo —39 a 21 para Warriors en esa faceta ante Spurs— con siete pases de canasta.
¡29 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias! ???
Lo mejor de Stephen Curry en el 2do partido ante los #Spurs. #NBAPlayoffs #WCF#DubNation pic.twitter.com/3vjY9Izycy— All Sport News (@All_SportNews) 17 de mayo de 2017
Liberación de Durant
Ahora bien, ¿está siendo el mejor tránsito final de temporada para Stephen Curry? Sí al menos en cuanto a puntos, rebotes (5,6), tiros de campo (48,9) y triples (43,7). También en sensaciones, ya que sus apagones de otros años no han aparecido por el momento. En los dos últimos playoffs, el Curry de temporada regular podría haber dado diez meneos al de su versión de postemporada. Simplemente, la mayor calidad de lo que había en juego le costaba días desacertados. Este año está ocurriendo al revés: sus luces de playoffs iluminan más.
Y una de las razones que lo explican radica en el mayor arropamiento del aún MVP de la NBA. Tener como espada juramentada y líder —al mismo tiempo, dependiendo del instante— a Kevin Durant libera toneladas de la ansiedad pasada de Stephen Curry. Su creciente acierto llega debido a que su presión es menor que otros años a estas alturas. Con KD detrás, su responsabilidad se ha visto descargada; y con ello, se han disparado los buenos porcentajes y resultados. Aunque Curry fallase sus tiros, Durant llegaría para volver a recargar las balas perdidas. Así de simple y efectivo.
Sinfonía de todos
Además de eso, los Warriors reproducen casi siempre estos días una perfecta cooperativa sinfónica. Juegan de manera más altruista que nunca y ayer hasta siete jugadores pasaron de 10 puntos anotados (Ian Clark, Shaun Livingston o Patrick McCaw entre ellos). No solo es que esté Durant, es que detrás de Curry hay todo un pelotón de fusilamiento fabricando saliva. Y esa confianza de saber que no está solo espolea la confianza de sus exhibiciones.
Retomando el argumento de si Curry está en su mejor obra en postemporada, al menos sí es la más acertada, productiva, liberada y arrolladora. A juicio de cada uno está valorar si eso es suficiente para levantar una obra culmen.