Previa NBA 2023-24 Utah Jazz

Turno de la previa NBA 2023-24 Utah Jazz. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Utah Jazz

La plantilla

  • Movimientos en el mercado: Traspaso por John Collins. Renovación de Jordan Clarkson. Firma de Omer Yurtseven (aquí todos los movimientos).
  • Backcourt: Collin Sexton, Jordan Clarkson, Kris Dunn, Keyonte George, Brice Sensabaugh, Talen Horton-Tucker, Ochai Agbaji y Simone Fontecchio.
  • Frontcourt: Walker Kessler, Lauri Markannen, John Collins, Kelly Olynyk, Taylor Hendricks, Omer Yurtseven y Luka Samanic.

Así encaran la temporada

El primer año del nuevo proyecto de los Utah Jazz superó cualquier tipo de expectativa. La gerencia, capitaneada por Danny Ainge y Justin Zanik, tomó la difícil decisión de dinamitar el proyecto al traspasar a Donovan Mitchell y Rudy Gobert después de que Quin Snyder decidiese abandonar el barco. El aparente objetivo apuntaba a perder el mayor número de partidos posibles para aspirar al premio gordo del draft, Victor Wembanyama, pero las cosas no salieron según lo planeado.

Will Hardy fue capaz de hacer encajar todas las piezas de forma instantánea para mantener al equipo en lo más alto de la Conferencia Oeste durante el primer tramo del curso. La inesperada explosión de Lauri Markkanen, la intimidación interna de Walker Kessler, la visión colectiva de Kelly Olynyk, los puntos de Jordan Clarkson y la experiencia de Mike Conley mantuvieron a los Jazz como unos duros competitivos prácticamente en todos los partidos disputados. De hecho, de no ser por los traspasos realizados en el cierre de mercado —principalmente la salida de Conley— y los problemas físicos sufridos tras el All-Star, los Jazz hubieran estado en disposición de luchar por los playoffs. Finalmente, se tuvieron que conformar con una insulsa 12ª posición en el Oeste que les alejó del sueño de Wembanyama y les obliga a reconsiderar el rumbo del proyecto tras quemar plazos en un solo curso.

Así, los Jazz se debaten ahora entre competir y desarrollar su interesante núcleo de jóvenes jugadores. El retorno masivo, rondas del draft al margen, por los traspasos de sus dos estrellas devolvió a un Markkanen que se llevó el premio al Jugador Más Mejorado y fue titular en el All-Star. Por su parte, Kessler se asentó entre los mejores debutantes del curso y fue incluido en los Mejores Quintetos de Novatos NBA 2022-23. Además, Ochai Agbaji mostró destellos de su potencial, principalmente cuando se hizo con la titularidad en el tramo final de la temporada.

Por ello, la gerencia ha optado por ser cautelosa y no desmantelar el resto del equipo. La renovación de Jordan Clarkson confirma que los Jazz no tirarán la toalla, al menos durante los primeros meses, mientras que la continuidad de Olynyk y Talen Horton-Tucker les ofrecerá una mayor versatilidad en distintas posiciones, así como activos comerciales interesantes al encontrarse en su último año de contrato. Todo ello a la espera de qué versión sea capaz de mostrar Collin Sexton, quien no terminó de despegar en su primer año en Salt Lake City.

Además, la incorporación de John Collins desde Atlanta a cambio de prácticamente nada le otorgará todavía más envergadura al equipo dirigido por Will Hardy, una de sus mayores virtudes. Las otras novedades apuntan a Omer Yurtseven, que tratará de obtener minutos como suplente de Kessler, y los tres prometedores talentos que aterrizan procedentes del draft: Taylor Hendricks, Keyonte George y Brice Sensabaugh. El segundo —los otros dos no se vistieron de corto por lesión— ya demostró su tremendo potencial en Las Vegas, donde promedió 21,7 puntos.

No obstante, la sensación que desprenden estos Jazz son de un equipo inacabado, incluso confuso. Hay quienes defienden que Collins solo está de paso en Utah para aumentar su valor y ser nuevamente traspasado, pues su posición ya está cubierta, con vistas al futuro, con Markkanen y Hendricks. Por su parte, el equipo cuenta con hasta cinco opciones para ocupar el puesto de base titular, sin ser ninguna de ellas un generador al uso. La esperanza en Salt Lake City es que George sea capaz de asumir ese rol con paciencia y trabajo. Hasta entonces, este equipo jugará a un ritmo muy alto, tanto de posesiones como de anotación. De este modo, el futuro de Sexton, Clarkson y Horton-Tucker también se encuentra en el aire. Además, los Jazz no cuentan con ningún defensor perimetral de garantías más allá de Agbaji, quien todavía es ‘sophomore’. Dunn, salvo sorpresa, solo está de paso, aunque rindió muy bien el pasado año.

Tanto Ainge como Zanik han insistido en que serán agresivos en el mercado para tratar de aprovechar cualquier oportunidad que se les presente. Y lo cierto es que cuentan con jugadores y rondas del draft suficientes como para acometer algún gran movimiento que permita a los Jazz recuperar territorio en la Conferencia Oeste. Hasta entonces, los de Salt Lake City tratarán de competir, desarrollar a sus jóvenes, dejar trabajar a Hardy y revalorizar a alguno de sus activos.

Por lo tanto, todo apunta a que este será otro año de transición en el que la plantilla que comience la temporada será sustancialmente distinta a aquella que ponga el broche final allá por abril. Y es muy posible que, de nuevo, vayan de más a menos durante el curso. La pregunta es, ¿lograrán realizar ese gran traspaso que anhela la gerencia?

El jugador a seguir

Quién iba a decirle a Lauri Markkanen que recibiría el premio al Jugador Más Mejorado y que disputaría el All-Star Game como titular en su primera temporada con la camiseta de los Utah Jazz. Después de tres años en Chicago y otro en Cleveland, el internacional finés respondió con creces ante la primera oportunidad que se le ofreció para ser el máximo referente ofensivo y líder de un equipo completamente renovado, como demostraron sus 25,6 puntos por velada.

Su buen papel con la selección en el EuroBasket y la gran confianza que depositó Will Hardy en él propiciaron un importante salto cualitativo en ataque. Y en el Mundial tampoco lo hizo nada mal, pese a la decepción que supuso Finlandia. Su envergadura le permite tirar prácticamente por encima de cualquier defensor, siendo especialmente letal en situaciones de ‘catch-and-shoot’, donde solo Klay Thompson (10,4 puntos por partido) anotó más que él (8,6). Además, es capaz de imponerse en el rebote ofensivo, correr la cancha y cortar hacia canasta. Y todo apunta a que los Jazz jugarán, como ya hicieron durante la segunda parte del curso, a un ritmo muy alto.

A sus 26 años, a Markkanen le restan dos años de contrato y los medios ya han adelantado una potencial extensión el próximo verano, por lo que hay mucho en juego para el jugador. Las defensas rivales ya le conocen y no le dejarán anotar con tanta facilidad, por lo que Lauri deberá demostrar que su gran temporada no ha sido un hecho aislado y que es capaz de desarrollar su juego para asentarse como el jugador franquicia de estos Jazz o, al menos, como una muy buena segunda espada.

Previa NBA 2023-24 Utah Jazz, pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2023-24.

Uno se pone a mirar tranquilamente la Conferencia Oeste y a los pocos minutos le entran los nervios anhelando que alguien le sirva una tila. Los Jazz actuales son un equipo más que decente y candidato al play-in, pero a su vez hay once equipos que perfectamente podrían quedar delante de ellos. Más aún sin saber qué plantilla juntará Utah a final de curso. Es factible verlos con 42 victorias y también con 36, así que me quedaré en un termino medio, 39, rozando el play-in pero sin terminar de conseguirlo salvo que alguno de los que van por arriba se despeñe por culpa de las tendidas lesiones.

Anterior equipo analizado: Indiana Pacers. Próximo equipo: Dallas Mavericks

(Fotografía de portada de Alex Goodlett/Getty Images)


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