Nick Nurse, el debutante que mejora a todos sus jugadores en Toronto Raptors

Siete victorias y solo una derrota —en un partido en el que no estuvo Kawhi Leonard—. Marca de segundo mejor equipo de la competición (con Milwaukee y Denver) y virrey de la Conferencia Este. También fue el mejor arranque (6-0) de la franquicia en cualquier temporada. Pistas que anuncian una temporada en fosforito para Toronto Raptors no solo porque al final de la misma vayan a tener que convencer a Kawhi Leonard de que se quede. Con entrenador nuevo y novel (debutante en la élite tras cinco años como asistente) el equipo de Canadá lo está bordando. Y ¿cómo se explica el salto de un equipo que venía de ser el mejor del Este pero de estrellarse por enésima vez en playoffs?

Para empezar, el salto coral desde la temporada pasada es profundo. Una asistencia y media más por partido, seis puntos, cuatro posesiones, y casi dos puntos más (de 112,9 a 114,4) en offensive rating, donde son terceros de toda la liga. Anotan y producen más que el curso pasado, con Dwane Casey, de alguna manera embalados por la corriente súper-anotadora del comienzo de temporada.

Y lo más reseñable es que con un técnico debutante, tras cinco años como entrenador ayudante en los propios Raptors, todos los jugadores están aportando más que nunca en su carrera.

Kawhi y Lowry

Kawhi Leonard ha vuelto a la competición en formato MVP. Juega más minutos (34,7) que nunca, anota más puntos (27,3), coge más rebotes (7,8) y tiene también mejor porcentaje de triples que nunca (44,4) en su vida. Kawhi también sabe de su importancia en el ataque de Nick Nurse pues tira (19,8) y anota más que nunca (10,0) en su carrera. Con él en cancha, los Raptors superaron a sus rivales por más de 12 tantos de diferencia. Es demoledor y con él Toronto no ha perdido un partido este curso (6-0).

Su incidencia en el juego es total, desde ser primera espada en ataque a organizar y liderar muchas de las jugadas que acaben con canasta suya o no. También lidera la defensa, donde exprime sus esfuerzos y merodea cerca (2,0) de la mejor tasa de robos de su carrera (2,3).

Volúmenes de MVP, ya decimos, y como primer escudero Leonard tiene a un Kyle Lowry que es el líder en asistencias de toda la NBA (11,1) en estos momentos. El dato es demoledor teniendo en cuenta que el promedio en su carrera es de 5,9 o que la temporada pasada dio 6,9. Un producto más del éxtasis anotador de este arranque y de que Lowry ha encontrado un hueco idílico en los nuevos Raptors de Nurse. Es la mejor versión del point guard formado en Villanova de toda su carrera: su mejor registro en tiros de campo (51,5) y de triples (42,3) como profesional.

Contando que está, como Kawhi, en los números más largos de su carrera, Lowry encaja perfectamente en los nuevos Raptors. No fuerza lanzamientos, tira y anota cuando debe hacerlo —de ahí sus altos porcentajes—, sus decisiones son oro para su equipo, ya sea anotando o asistiendo. Entiende los ritmos del partido y la aceleración del juego le está viniendo como el calor a J.R. Smith en julio. Lowry está encontrando su mejor versión en ritmos altos y no por ello baja su eficiencia: su porcentaje asistencias/pérdidas es el mejor de su carrera (3,87) y casi el 40 por ciento de TODAS las jugadas de Toronto termina en asistencia (con canasta de terceros) suya. Una auténtica locura.

Y todo ello con un porcentaje de tenencia de balón nada loco —está Kawhi, recordemos— del 25 por ciento. La muestra de Kyle Lowry hasta el momento es proporcional a la de su equipo. Primorosa. Él anota, asiste, dirige y lidera a través de la sombra que crea Leonard.

Para redondear el gran inicio del backcourt de los Raptors, el no tan vetusto como podría parecer Danny Green (tiene 31 años) está jugando más minutos y tiene mejor porcentaje de tiros de tres, su gran especialidad, que nunca. No solo eso, Green cuenta con la experiencia de un anillo y ocho postemporadas disputadas con San Antonio.

Otro jugador, como Lowry y Leonard, que ha vivido muchas cosas y con Nurse está encontrando una versión alcista de su carrera.

Pintura de élite

Si la columna exterior ha hincado codos y es alumna de matrícula, la pintura está también para romperlo en los exámenes finales. Empezando por Serge Ibaka, que está anotando más que nunca en su carrera (16,6 puntos); ha crecido también en rebotes (7,8, segundo mejor valor de su vida) y pone más tapones que la pasada campaña. El verano al amparo de los entrenamientos avanzados ha visto frutos pronto y el nivel de confianza del pívot (de eso juega con Nurse) hispano-congoleño crece en cada partido. ¿Que cómo puede medirse eso? Pues con que es la temporada en la que más tiros está intentando (12,9) y anotando (6,8).

Después, el mutualismo que Nick Nurse ha montado para el propio Ibaka y Jonas Valanciunas sorprendió de inicio pero está resultando mucho más que productivo. Nunca coinciden en cancha pero ambos están rindiendo mejor casi que nunca por separado. En el caso del center lituano, juega menos minutos (18,2) que hasta cuando fue novato pero los aprovecha como nunca: posee el PER (Player efficiency rating) más alto del equipo (27,4 más que Kawhi). Mucha producción concentrada en pocos minutos. Anota más que nunca en su carrera (13,6) y rebotea de manera muy aceptable (7,3) para los minutos que está en la pista. Su producción por minuto es de estación gourmet.

¿Y por qué no está Valanciunas como titular si produce tanto? Nick Nurse está armando una defensa interior de élite. No en vano, Toronto es la sexta mejor defensa por partido (109,0 puntos concedidos) y el tercer equipo que mejor defiende el departamento interior. Con Paskal Siakam e Ibaka dota de más ritmo a a todo el equipo, pueden correr, defender duro, no sufrir tanto en los cambios de asignación, rebotear y plantear opciones dinámicas en ataque. Por eso Valanciunas espera desde el banquillo, rol que como hemos visto está aprovechando al milímetro.

Siakam, por cierto, el otro titular que mejora en puntos (10,9), rebotes (7,0), asistencias (2,3), robos (1,3), tiros de campo (59,4) y triples (23,1). Todos mejoran, parece de Expediente X.

El banquillo

Y saltando de la formación titular a la suplente, ahí los Toronto Raptors gozan también de un banquillo fiable. Dos jugadores de esa segunda unidad superan los 10 puntos por partido (Valanciunas y Vanvleet, ahora lesionado), que se unen a los cinco del quinteto inicial para formar un heptágono de compañeros con más de 10 tantos por noche.

Después, los Anunoby, Norman Powell, C.J. Miles o Delon Wright dan continuidad a lo que sus superiores patentan en cancha. Ritmos altos, defensa, tiro exterior y dentelladas rápidas al contraataque.

No pierden con Kawhi

A fecha de ahora mismo, Toronto parece un digno pretendiente en lo más alto de Este. Ese lugar estaba (y está) pensado inicialmente para Boston, no obstante con el metal tan afilado desde el principio los mejores Raptors podrían pelear cualquier situación. Recordemos que con Kawhi Leonard en pista no han perdido ni un partido y su récord total es de 7-1.

Y lo que es casi más noticiable todavía y he querido destacar en este artículo, en ocho partidos Nick Nurse, un debutante, ha conseguido exfoliar lo mejor de sus jugadores. De todos los importantes. Y por tal motivo los Raptors son ahora mismo uno de los mejores equipos de la NBA.


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