La edición del 2020 podría ser una de las que presente mejor cartel en mucho tiempo
El ser humano es organismo de costumbres, como (mala) costumbre llevan cogiendo los participantes en el Concurso de Mates del All-Star de dejar el pabellón, casi siempre, por debajo de la expectación establecida. Siempre hemos podido contemplar excepciones, como el pulso entre Zach LaVine y Aaron Gordon que refrescó el arte puntuable de machacar en noche de sábado durante la edición de 2016, pero la tónica general apunta a que el colofón de los concursos queda casi siempre por debajo de lo esperado.
Recuerdos húmedos aparte, en el presente All-Star 2019 solo una de las representaciones, obra de Hamidou Diallo, calificó muy por encima de los cánones; y otro mate de Dennis Smith Jr. resultó también superior a lo que viene siendo habitual. Muy poco más rescatable y otra piedra para que el recuerdo general de los últimos años haya sido, insistimos, de desazón por las expectativas no colmadas tras el Concurso de Mates.
No hay más que bucear un poco por la superficie de Youtube o Twitter para encontrar auténticas obras pictóricas por los aires. Estas no son producidas por profesionales de la NBA, sino por atletas de exhibición o simplemente por aficionados o jóvenes proyectos con ganas de airear sus posibilidades en las redes sociales. Pero el aficionado siempre se pregunta el porqué de no poder disfrutar con semejantes cabriolas en el mejor lugar para hacerlo, en el All-Star de la NBA.
Quizá ese aceptado inconformismo con el Concurso de Mates ha dirigido el pensamiento de algunos fans hasta el certamen de 2020. El próximo All-Star tendrá lugar en Chicago y eso es siempre sinónimo de recuerdo y ofrenda para uno de los mejores matadores de todos los tiempos: Michael Jordan.
El ’23’ de los Chicago Bulls no solo consumió su carrera tasado como el mejor de siempre, sino que también se granjeó una sobresaliente reputación como planeador del metacrilato. Especialmente tras el concurso de 1988 (segundo seguido que ganó), que cayó de su lado tras un cantar de gesta contra Dominique Wilkins.
Aquel sí fue uno de los concursos mejor recordados de la historia. Fue también en Chicago, por cierto, como el que tendrá lugar en 2020.
De ese modo, con el recuerdo a uno de los mejores duelos de siempre mirando los aros a los ojos, el concurso del año que viene ha empezado ya a rociar de hype diversos puntos del puzzle NBA.
La llegada de Zion
El principal foco de esa creciente emoción, además de por celebrarse en Chicago como hemos explicado, es que Zion Williamson, el desbocado universitario de Duke, podría ya pelear por el reino de los mates en la liga. Williamson, la gran sensación en la NCAA esta temporada y capaz de abombar un balón de baloncesto como si estuviera estrujando una lata de refresco recién consumida, se presentará con seguridad al Draft del 2019 y por tanto será el premio gordo en la siguiente generación de jóvenes proyectos.
Un concurso con Zion se vende prácticamente solo. Nada más hay que apreciar sus vuelos que levantan casi 130 kilos de peso en 2,01 metros de altura. Dicho sea de paso, su información fisiológica parece extraída de una película de Marvel pero lo cierto es que con semejante potencial es ya una gema de oro y brillantes antes de haberse declarado elegible para jugar en la NBA. No un diamante, toda una mina, y también un matador de escándalo capaz de destrozar aros (literal) como hace décadas patentara el menos experimentado Shaquille O’Neal.
¿Y Giannis?
Zion desde luego que se vende solo, pero es que si además a eso puede unirse otra tormenta de la naturaleza como Giannis Antetotounmpo podríamos estar ante el concurso más despiadado en un buen puñado de años. La estrella de los Milwaukee Bucks es ya uno de los mejores de la competición, candidato a MVP y capitán en este All-Star 2019, pero quién sabe si la presencia de Zion no ahondaría demasiado en su curiosidad para volver a la arena de los mates –ya participó, sin éxito, en la edición del 2015–.
No nos inventamos la posible aparición de Anteto, es que él mismo después de esta burrada en el All-Star jugueteó con la posibilidad de volver a intentarlo.
Y puestos a pedir…
Zion Williamson y Anteto, qué más se podría pedir. Ya puestos, que Zach LaVine acudiese a la interlocución con la historia desempeñando el papel de ídolo local de Chicago. Con esos tres jugadores en el ajo, el concurso podría ser uno de los mejores de siempre, recogiendo el testigo de aquel 1988.
El hype no es buen consejero casi nunca y no conviene generar demasiadas ilusiones, pero visualizar un concurso con semejante cartel es como para que el producto se derrita directamente en la boca, mucho antes de ser ingerido. Por eso, la sola posibilidad de juntar a Williamson y a Giannis es prácticamente un sueño empapado. A ellos dos y sin olvidar a Hamidou Diallo, actual campeón y consumado artesano del mate, que ha aceptado el reto de luchar contra Zion si se presentara la posibilidad: «Eso sería fuerte; Vamos allá», pudo declarar y se hizo eco el portal Bleacher Report sobre la posibilidad de volver a presentarse teniendo enfrente a Williamson.
Tres nombres, Zion, Giannis y el propio Diallo, que harían del concurso la mejor ofrenda posible al recuerdo de Michael Jordan.
Confiemos en que, al menos, Williamson y Diallo sí quieran seguir asombrando; uno como descendiente lejano de herculés y primo cercano de las pechugas de pollo, y otro como gran sorpresa y vencedor en la edición del 2019. Por cierto, que Zion y Diallo ya compartieron concurso de habilidades aéreas en su etapa de instituto, con resultados sorprendentes para ser solo un par de adolescentes. ¿Otro aliciente más para que vuelvan a verse en el concurso en 2020? Seguro que sí.
(Fotografía de portada: Grant Halverson/Getty Images)