El básquet sonríe: habrá muerte súbita entre Nuggets y Clippers

El dato que asusta: los angelinos están 0-6 cuando disputan un partido que puede clasificarles para las Finales de Conferencia.

¡Qué maravilla! ¡Qué espectáculo! ¡Qué afortunados somos! ¡Y que buen jugador de baloncesto es Nikola Jokic!

No parecía probable que Kawhi Leonard y compañía estuviesen dispuestos a consentir que los Denver Nuggets salvasen un segundo match ball, pero lo visto hoy en cancha (sobre todo en la segunda parte) ha evidenciado una realidad bien distinta.

En el conjunto de Colorado se han juntado el hambre y las ganas de comer, mientras que por los L.A. Clippers parecía reinar la falsa impresión de que ya todo estaba más o menos hecho. Y lo único cierto es el oso sigue vivo y su piel sin vender.

El brutal dato que comentaba el lector Jorge Blanco en nuestro grupo de ‘en vivo’ de Discord lo resumía prácticamente todo: parcial de 20-51 en poco más de 17 minutos de juego, para, no solo consolidar la remontada, sino terminar el Game 6 con lo que tenía los tintes de una plácida victoria en los instantes finales a favor de unos Nuggets (98-111) que han dejado hoy bien a las claras, y en luces de neón, que si son ellos los que terminan disputando las Finales del Oeste será merecido hasta el último gramo… y que los Lakers caerían en un craso error al sonreírse y relajarse si finalmente no es George & Leonard la temida dupla a derrocar.

Cuestión de corazón… y magia

El partido arrancó en un agresivo toma y daca, y al 0-6 inicial a favor de Denver contestaron los Clippers colocándose 20-12 por delante. El peso recaía en las alas: las dos superestrellas del equipo se hacían con el control del balón y los mandos de la anotación, y con paso firme Leonard (25 puntos), y sobre todo George (33 tantos), ejecutaron con acierto una acción tras otra para ir abriendo una brecha importante en el marcador con lo que –tenía toda la pinta– parecían dejar la serie vista para sentencia al llegar al ecuador (63-47).

Nada más lejos. Por un lado, cualquiera diría que Lou Williams y Montrezl Harrell venían de ser plata y oro por el Mejor 6º Hombre de la temporada regular, grises los dos (el primero negado en el triple y el segundo pasado de revoluciones); y por otro…. un señor con aspecto de camionero o de lonchear salmones en un Fish Market…. apareció.

Nikola Jokic va camino de convertirse en el mejor jugador europeo de todos los tiempos, y somos conscientes de la osadía que hay detrás de esta afirmación y de la provocación que supone a Nowitzki, Parker, Gasol, Sabonis o Petrovic entre otros. Pero es que lo del pívot serbio no es que sea de lo que no hay… es que su forma de leer, entender y practicar el baloncesto, (30% pachonería, 70% abracadabra) es algo que no se había visto nunca a tal nivel.

El center terminó con 34 puntos (4 de 6 en triples), 14 rebotes, 7 asistencias, y sin embargo a uno, viendo el partido, le entran ganas de gritar que los números han vuelto a ser lo de menos. Su cuerpo, la antítesis de lo fit (‘forma curva’ que no ‘buena forma’) se ríe…. no… se carcajea del descaro atlético de sus rivales, pues una posesión tras otra no deja de reafirmar que no hay vacante (ni necesidad) para el músculo en su reino del IQ.

Junto a él volvió a reaparecer el miembro más destacado de los Nuggets en la serie anterior: Jamal Murray (21 puntos y 69,2% en tiros de campo) volvió a brillar con luz propia, recuperando el nivel y las sensaciones que le vimos ante Utah para ayudar a Jokic a conducir a esta apasionante eliminatoria a su séptimo y último partido. «Somos un equipo con una gran química, y hoy todos hemos jugado realmente bien», ha querido repartir méritos el point guard ante los micrófonos.

Michael Porter Jr. (13 puntos y 7 rebotes), a pesar de verse superado por la pasión en determinados instantes (dando lugar a alguna pérdida de balón evitable), volvió a ser el tercer espada que da apoyo al tabique de carga de la dupla que maneja los hilos en los Nuggets –sin olvidar a un Gary Harris que se acerca cada día más a su umbral óptimo–, y Monte Morris, Jerami Grant y Torrey Craig, fueron todo movimiento sin balón, sudor y entrega (tanto en defensa como en el rebote) para proporcionar a sus compañeros de segundas oportunidades y puntos en transición.

El talento se derrama a raudales por ambos equipos, sin embargo hoy fueron las ganas de ganar las que decantaron la balanza del lado de los de Mike Malone.

Decían hoy en la retransmisión que Kawhi Leonard no es un jugador robótico, sino quirúrjico; porque domina, controla y no se altera en situaciones delicadas y de alta tensión… sin embargo, un poco más de lo que le sobra a Beverley o a Harrell, y de lo que hoy los Nuggets fueron sobrados en la segunda parte del encuentro (garra y pundonor), no le vendría mal al ‘funny guy’ sacarlo en un Game 7 que dirimirá si los Clippers juegan, por fin, o no las primeras Finales de Conferencia de su historia.

(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)


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