Un extraordinario Pau Gasol lidera la paliza a los Bulls

Un formidable Pau Gasol fue el protagonista de la abultada victoria que los Spurs consiguieron ante Chicago (133-94). El pívot español firmó delante de su antiguo equipo su segundo doble-doble de la temporada con 21 puntos y 10 rebotes, además de 4 asistencias, 2 robos y 1 tapón. Todo ello en 27 minutos sobre la pista, ni uno más necesito Gasol para ser el mejor de una velada con algunos datos interesantes.

Mayor triunfo sobre Chicago

Una diferencia de 39 puntos señalaba el electrónico al final de la contienda. Chicago, donde se lesionó Lauri Markkanen con un esguince de tobillo en la primera mitad, fue una completa sombra en San Antonio. Al término del primer cuarto, los Bulls caían por 37-15 y 63-47 camino de los vestuarios. La ventaja no hizo más que subir, con unos Spurs que a pesar de las bajas médicas y de los descansos de jugadores como Manu Ginóbili, que no tuvo minutos tras disfrutar de 18 el viernes ante los Bucks, camparon a sus anchas ante su público. Al final, 39 puntos de diferencia, la mayor registrada por los Spurs sobre los Bulls en toda la historia de la franquicia.

Festival de triples

Con los Bulls cerraban los jugadores de Gregg Popovich su semana larga de cinco partidos seguidos en casa, saldada con un 3-2 de balance. No desaprovecharon la ocasión los Spurs de sumar una fácil victoria ante uno de los peores equipos de toda la NBA. Parte de esa paliza estuvo construida desde la eficacia anotadora de su rotación, con ocho de los once hombres que saltaron a la pista en dobles dígitos anotadores, y por la excelencia desde el triple. San Antonio terminó con un 18/27 en triples (66,7 por ciento) y figuras como Gasol, con 3/3 o David Bertans, con 5/6, como máximos exponentes de esa eficacia en el perímetro. El propio Gasol acabó con 8/11 en tiros de campo.

Casi nadie en los Bulls

A un segundo para el descanso, Markkanen se lesionó, sin que se sepa el alcance de su dolencia todavía, y fue sustituido por Bobby Portis. El ala-pívot volvió a aprovechar bien sus minutos, y en media hora firmó 17 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias, casi lo único potable de unos Bulls que caminan hacia donde todos indicaron que se dirigían desde que acabó el curso pasado: la nada.

Dominados en el rebote, 44-28, erráticos en el tiro libre y en el triple (6/23 en este apartado), los Bulls marchan con 2-9, tristes en el Oeste y a la espera de que un nuevo esguince de tobillo en la plantilla (ya lo sufrió David Nwaba) no se cebe en exceso con el referente del equipo. Los Bulls necesitan a Markkanen. Anoche, una prueba más de ello.

 


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