No hace tanto que nos preguntábamos si se convertiría en uno de esos bust que apenas llegaría siquiera a jugar en la NBA. A día de hoy, ésta es parte de la rutina que realiza Joel Embiid en el calentamiento antes de los partidos.
Sinceramente, no muchos 2,13 son capaces de pasarse el balón por debajo de las piernas antes de machacar con semejante plasticidad. ¿Podremos verle algún día en el Dunk Contest del All-Star? Si pudo Plumlee…