El peligroso riesgo de dejarse llevar
Lo hemos dicho en la crónica. Lo preocupante no fue el qué. Si no el cómo. Perder un partido ante los Lakers de LeBron, es algo que entra dentro de lo previsible. Hacerlo en RS, más aún.
Pero jugar como lo hicieron los Golden State Warriors anoche, es algo que no debe suceder jamás. No con esta plantilla. Ampararse en que se trata, sólo, de un encuentro más de fase regular, no es excusa suficiente.
Y es que, como señalamos, la ventaja que llegó a disfrutar el roster de Luke Walton (en el Oracle, no lo olvidemos), fue de hasta 31 puntos.
Estamos acostumbrados ya –desde que escarmentaran por el sobreesfuerzo del 73-9– a la facilidad pasmosa con la que los Warriors hacen click. Es arrancar las eliminatorias y se produce la metamorfosis. La plantilla al completo entra en modo playoffs. Y casi de la nada, empiezan a defender.
Una peligrosa costumbre.
Malos hábitos
«Tenemos que mejorar, lo sabemos», ha admitido Stephen Curry para el San Francisco Chronicle. «No vamos a ganar el campeonato jugando como lo hicimos anoche».
«Estamos siendo inconsistentes en nuestro juego», aporta Kevin Durant. «Debemos mejorar nuestra comunicación en defensa, movernos sin la pelota y ser más agresivos a la hora de anotar».
«Esta derrota, obviamente, es un bofetón en toda la cara, y tenemos que reaccionar. Tenemos que levantarnos mañana, ver el vídeo [del partido], y volver al trabajo», reconoce, por su parte, Steve Kerr.
Bien, pero no tanto
Los vigentes bicampeones a la caza del three peat, a pesar de los pesares, con 23 victorias (más que nadie en el Oeste) y 12 derrotas, se mantienen segundos de su conferencia.
Exactamente en esta fecha (26 de diciembre) en las dos campañas precedentes, los Warriors presumían de un balance de 27-7 (2017) y de 27-5 (2016).
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)