Boston exhibe su dominio ante los Mavericks

Los Dallas Mavericks se convirtieron en la última víctima del rodillo de la NBA llamado Boston Celtics. Con un contundente 138-110, los de Mazzulla alcanzaron las 47 victorias con otra exhibición de de recursos, apabullando a unos Mavs que afrontaban su tercer partido en cuatro días y que lo acabaron pagando.

Y es que si bien los texanos, aferrados a Luka Doncic, aguantaron el tipo en la primera mitad, en la segunda se fueron diluyendo y no parecieron prácticamente nunca en disposición de mirar de tú a tú a su rival. Después de que un par de triples consecutivos de P.J. Washington apretaran el marcador, Boston puso la directa y no miró por el retrovisor para ver si los Mavs le seguían el ritmo, ampliando la ventaja de la mano de un Jayson Tatum que fue de menos a más en el choque. El alero firmó en el tercer cuarto 16 de los 32 puntos con los que terminó el duelo, liderando a los suyos en un parcial favorable que empezó a inclinar la balanza a su favor.

Los locales forjaron rápidamente una ventaja de más de 20 tantos en el cuarto periodo, a lo que contribuyeron también los triples de Kristaps Porzingis, que empezó muy acertado y alcanzó los 24 puntos, y la agresividad de Jaylen Brown atacando el aro, que le permitió llegar a los 25. Y, cómo no, otro día de absoluta maestría a la hora de generar buenos tiros y anotarlos. Los Celtics terminaron el choque con un 21/43 desde el triple, convirtiendo infinito spacing, su rápida circulación y su excelente acierto en una combinación ante la que Dallas no pudo hacer nada.

Menos podría haber hecho si Doncic no se hubiese empeñado en tirar del equipo durante muchos minutos. Con un triple-doble de 37 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias, el esloveno trató de hacer de todo para mantener a los visitantes con vida, aunque en ocasiones a él también le costó encontrar su versión más precisa. Con un mejorable 3/9 en triples y varios fallos cerca del aro, el duelo se le atragantó en algunos tramos, aunque en general fue, con sus canastas y su capacidad de generación, el único motivo por el que hubo tantos minutos de igualdad en el electrónico.

Washington, que gracias a un buen tramo de acierto exterior llegó a los 17 tantos, y Dereck Lively, genial como siempre finalizando bajo el aro con 15, fueron a ratos sus mejores ayudantes, un papel que no pudo cumplir Kyrie Irving pese a ser el segundo en anotación. El base firmó un pobre 9/23 en el tiro, incluido un 1/7 en triples, y estuvo lejos de responder a los continuos abucheos del TD Garden hacia su persona, lo que expuso las limitaciones de unos Mavs a los que les terminó quedando grande el choque.

(Fotografía de portada: Brian Fluharty/Getty Images)


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