Los Celtics fueron el equipo más dominante de la Conferencia Este en temporada regular, y por ahora lo mismo puede decirse de estos playoffs. El conjunto de Joe Mazzulla no desperdició la oportunidad de cerrar la serie ante Cleveland en casa y se llevó el Game 5 por 113-98, clasificándose así para las Finales de Conferencia sin haber pasado ningún momento de sufrimiento. Ahora les toca esperar rival, que saldrá de la serie mucho más pareja y combatida entre Pacers y Knicks.
Boston se hizo con el control del choque en la segunda mitad, en la que dio la sensación de acelerar lo justo para llegar sin apuros a la meta. Jayson Tatum, autor de 25 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias, tomó los mandos y controló a la perfección el duelo, evitando que entrara en fases de caos y corriera el riesgo de ponerse más peligroso de lo necesario. Pese a que en ocasiones se le recrimina no tener las estadísticas de otras superestrellas, el alero supo leer el encuentro y dar a los suyos lo que necesitaban en cada momento, culminando así otra notable actuación a la que no pudo poner la guinda con el triple-doble.
No obstante, el hombre que terminó ovacionado por todo el TD Garden no fue otro que Al Horford, quien firmó también un choque redondo y demostró que, a sus 37 años, tiene aún cosas que ofrecer en los partidos importantes. Con 22 tantos, 15 rebotes, 5 asistencias y 3 tapones, ofreció una actuación vintage con la que recordar a los años en los que era una de las piezas centrales del equipo, y Boston supo reconocérselo como tal cuando fue sustituido con el triunfo ya asegurado.
Cleveland planta cara pese a las bajas
Pese a todo, los Cavaliers presentaron batalla, y lo hicieron de las formas más inesperadas. Sin Donovan Mitchell ni Jarrett Allen en pista y con Darius Garland en una mala noche (4/17 en tiro), los de Ohio fiaron su ofensiva a Evan Mobley, que respondió con una de sus mejores actuaciones. El pívot demostró sus dotes para dominar la zona y terminó el choque como máximo anotador con 33 puntos, que pese a todo no sirvieron sino para maquillar el marcador pero que dejaron claro lo que es capaz de hacer cuando se le deja la pintura para él solo.
Más sorprendente incluso resultó ver a Marcus Morris convertido en segunda opción, pero su acierto hizo que Bickerstaff tirara de él más de lo previsto y el veterano alero respondió. Con 25 tantos y un 5/6 de triples, aportó a la ofensiva visitante más oxígeno que muchos de los hombres habituales, pero no fue más que un oasis en el desierto de unos Cavs que vieron acabar su temporada de forma un tanto anticlimática. Y que tendrán que hacerse preguntas durante este verano para tratar de hacer que este proyecto dé un nuevo paso hacia adelante.
(Fotografía de portada: Adam Glanzman/Getty Images)