Si hace un par de meses, o antes de empezar el ejercicio 2016-17, Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers parecían tener título nominal reservado en sus respectivas conferencias, las diferencias se comprimen. A ello ayudan sendas rachas de los dos equipos, que atraviesan un pequeño bache dentro de su gran temporada. Como consecuencia, Celtics y Spurs acechan los lideratos del Este y Oeste y podrían alcanzarlo sin problemas en los próximos días.
Pese a la exhibición aérea de LeBron James anoche —desde ayer uno de los siete jugadores con 50 triples-dobles en su carrera NBA—, a Cleveland se le ha averiado el acelerador en los últimos choques. De los cinco más recientes que ha disputado el conjunto entrenado por Tyronn Lue, han llovido cuatro derrotas (Miami dos veces, Celtics y Pistons) por tan solo un desenlace satisfactorio (Hawks).
A los baches en la pista también hay que añadir que Andrew Bogut cumplió solo 59 segundos como leal a Ohio, antes de fracturarse la tibia. Los Cavs le cortarán y volverán al mercado de jugadores libres para encontrar un recambio sólido a Tristan Thompson.
Así, la situación es tal que cuando más encarrilado parecía el trono de los Cavs en el Este —recordemos su plantilla cinco estrellas hasta la lesión de Bogut—, más se está acercando Boston, todavía segundo clasificado en la conferencia. Los Celtics están en estos momentos a dos partidos y medio de Cleveland y han desarrollado la suficiencia moral para saber que pueden derrotar a LeBron en el cuerpo a cuerpo. Échese un vistazo, para ello, al partido en el que los Cavs hincaron la pierna en Boston la pasada semana.
En condiciones normales, Cleveland acabaría primero —99 de cada 100 situaciones así—, pero el aliento verde está cada vez más encima. Un nuevo tropiezo de Cavaliers en los próximos días haría peligrar la ventaja de campo en unas hipotéticas finales de conferencia.
Warriors y Durant
Afección bastante equivalente a la de Cleveland ha viajado hasta California, ya que Golden State también contempla horas bajas. El conjunto que dirige Steve Kerr ha caído en tres de los últimos cinco encuentros, completado una racha de dos derrotas seguidas por primera vez desde abril de 2015.
Demasiado que ver tiene la preocupante —no irreversible— lesión de Kevin Durant, que podría eso sí estar de vuelta para los playoffs. No obstante sin él se desbarata el equilibrio ofensivo del equipo y uno de los pilares maestros cojea. Cierto es que los Warriors alcanzaron su techo conocido sin la ayuda de Kevin Durant, hace dos temporadas, pero también que para que la superestrella llegase el pasado verano, gran parte del género de California tuvo que ser transferido.
En las derrotas de los últimos días en Warriors, el punto coincidente ha sido la soledad ofensiva, sobre todo, de Stephen Curry y Klay Thompson. El actual sistema del equipo no es el de hace dos años. Necesitan a Durant para aspirar a cualquier cosa. Y ello quedó demostrado en los últimos partidos donde, casualmente, Warriors cayeron, igual que los Cavs, ante Boston. Los Celtics son la espina coincidente en ambas rachas negativas y precisamente una de las amenazas tanto para Cavs como para Warriors.
Llega San Antonio
En la Conferencia Oeste, eso sí, Golden State pierde más salud con San Antonio. El conjunto de Gregg Popovich llevaba nueve victorias seguidas hasta anoche, cuando perdió ante Oklahoma. La racha tejana es innegablemente mas recta que la de Warriors, y la distancia entre ambos en la clasificación es de solo un partido y medio.
Así, la insistencia en el tropiezo ha abierto las posibilidades de liderato en ambas conferencias. De paso, ha espabilado el componente de emoción que suele gripar en los finales de temporada regular. Cleveland y Golden State no pueden relajarse. En juego está la ventaja de campo para las horas clave del curso.