Puede que los Cavaliers estén generando dudas, pero lo conseguido anoche es realmente importante, sobre todo a nivel moral. Tras empezar mal la campaña, la organización de Ohio recibía a unos Warriors que llegaban como un tiro (5-1) y que acumulaban hasta 16 victorias consecutivas contra ellos. ¿Más claro? Cleveland no derrotaba a Golden State desde las Finales de la NBA del año 2016, esas míticas en las que levantaron un 3-1 en contra. Por medio, 12 derrotas en regular season y otras cuatro en playoffs. La pesadilla llevaba vigente 7 años y anoche, con Donovan Mitchell a los manos, le pusieron fin por 115-104.
«Es un sentimiento increíble. Sé que esto es una rivalidad, así que sé cuánto significó para los aficionados. En última instancia, estamos tratando de llegar al nivel en el que ellos han estado durante mucho tiempo. Esta noche hemos realizado un partido muy completo», comenta Mitchell, máximo anotador de los suyos con 31 puntos a los que añadió 7 asistencias.
En un partido que los Cavs dominaron con mano de hierro desde el segundo cuarto, también fueron importantes los 24 puntos y siete asistencias de Darius Garland, así como el doble-doble de Evan Mobley con 13 puntos y 16 rebotes. Con todos ellos sobre el parqué, la sensación es que los chicos de J.B. Bickerstaff pueden ir mejorando y colarse en el lugar que le colocan los pronósticos; es decir, en puestos de playoffs.
En cuanto a los Warriors, lo cierto es que no tuvieron su mejor noche. Stephen Curry estuvo en su línea al irse hasta los 28 puntos con un 7 de 11 en triples, y Draymond Green sorprendió al firmar hasta 18 tantos a los que añadió 8 asistencias. Sin embargo, el colectivo no funcionó y cayeron por primera vez fuera de casa en lo que va de curso, y es que se plantaron en Cleveland con un balance de 4-0 en carretera, igualando así el segundo mejor comienzo histórico de la franquicia.
«No jugamos con la fuerza que necesitábamos para ganar este partido. Definitivamente necesitamos ser mejores a la hora de coger los rebotes. No se le puede dar a este equipo tantos puntos de segunda oportunidad», sentencia Klay Thompson, autor de 15 puntos.
Melancolía por lo pasado
Tal y como decíamos al principio, para los Warriors visitar Cleveland es algo que lleva consigo muchos recuerdos –al contrario es igual–. Fueron cuatro finales consecutivas entre ambos equipos desde 2015 hasta 2018 con tres triunfos de los de San Francisco. Así habla de ello Steve Kerr, entrenador de Golden State.
«Disfruto cada vez que regresamos aquí. Por supuesto, piensas en los cuatro viajes seguidos a las Finales. Fue un momento realmente histórico para nosotros, para ellos y para la NBA», concluye.
(Fotografía de Jason Miller/Getty Images)