Blazers 99 – Rockets 98
El espíritu inculcado por el fallecido Jack Ramsay en 1977 estuvo presente.
Un excelso Damian Lillard conseguiría darle la victoria y la clasificación para la siguiente ronda a los Blazers gracias a un triple a falta de 0,9 segundos.
La épica creada en torno a dicho triple vino por el toma y daca que tuvieron ambos equipos durante los últimos minutos del encuentro, cuando éste podía haber caído de uno u otro lado sin problemas.
De hecho, justamente la anterior canasta que dejaba a Houston dos puntos arriba la había conseguido Chandler Parsons, y parecía imposible que se le diera la vuelta al marcador nuevamente.
Lillard finalizó con 25 puntos, mientras que LaMarcus Aldrige se recompuso de su mal Game 5 y se fue hasta los 30 tantos y 13 rebotes.
Así, Portland, que había sido eliminado en primera ronda en sus últimas seis participaciones, alcanza unas semifinales de Conferencia por primera vez desde el año 2000.
En el caso de Houston, el sabor de boca fue el de la decepción. Ni un gran Dwight Howard con su dominio en tableros que tuvo 26 puntos y 11 rebotes, ni un acertado James Harden con 34 tantos pudieron salvar al equipo de ese increíble triple final de Lillard.