DeMar DeRozan charló en diversas ocasiones con LeBron James a lo largo del verano. Su agente, Aaron Goordwin, se encontraba negociando entre bastidores con la gerencia de los San Antonio Spurs para aclarar los detalles de una operación que hubiera enviado al escolta a Los Angeles.
Jugador y representante afrontaban el movimiento con optimismo al sentir que todas las partes implicadas remaban en la misma dirección. Sin embargo, la hoja de ruta de los Lakers cambió en el preciso momento en el que Russell Westbrook estuvo a tiro.
Las conversaciones entre Lakers y Spurs disminuyeron hasta derivar en un desenlace que ya todos conocemos: DeRozan recaló en Chicago mediante un sign-and-trade y los angelinos optaron por hacerse con los servicios de Westbrook. Internamente, las oficinas angelinas se posicionaron a favor de la contratación del por entonces base de los Washington Wizards en lugar de mantener la apuesta por DeRozan.
Este lunes, esta decisión se volvió en contra de los Lakers, quienes sufrieron en sus propias carnes los 38 puntos del escolta. A pesar de que se pueda pensar que detrás de esta exhibición había alguna motivación oculta, lo cierto es que DeRozan quiso evitar cualquier tipo de polémica y afirmó que no guarda rencor a la organización californiana.
«Sentí que lo de los Lakers ya estaba hecho y que iba a volver a casa», afirmó el jugador según recoge una pieza de Yahoo Sports. «La parte comercial de las cosas no funcionó. Un par de cosas no encajaban. Es solo parte del negocio. Mi segunda opción fue Chicago. Ahora, mirando hacia atrás, ha ido todo bien.»
En efecto, el acierto ha sido doble. Los Bulls se han asentado en la zona alta de la Conferencia Este con un registro de diez victorias y cuatro derrotas. A su vez, DeRozan ha visto como su nombre ha irrumpido con fuerza en las primeras quinielas para el premio al MVP de la temporada. El rumbo de su equipo, sus números (26,9 puntos) y su gran impacto en el juego así lo avalan.
Mientras tanto, las cosas no han comenzado igual de bien para los Lakers. La adaptación de Westbrook a su nuevo equipo ha sido más problemática, así como unas primeras semanas de muchos altibajos y dudas a nivel colectivo. También en este punto, DeRozan ha evitado cualquier tipo de declaración comprometida.
«No [no lo han hecho mal], Russ es un futuro Hall of Fame«, continuó el jugador de los Bulls. «Es difícil rechazar a un jugador de ese calibre. No puedo hablar por los Lakers, pero optaron por lo que sintieron que era mejor para ellos. Sin resentimientos ni animosidad. Simplemente lo veo como parte del juego. Un trato nunca está hecho hasta que se cierra. Aprendí eso. Simplemente no funcionó y ahora estoy feliz de estar en Chicago.»
Además, DeRozan señaló que el interés procedente de la ciudad de Los Angeles fue doble al recibir también la llamada de los Clippers. «No tenían mucho que ofrecer. Fue una conversación que surgió pero no llegó tan lejos como la situación con los Lakers.»
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)