No habían pasado ni quince minutos desde que Alemania empezase a digerir la derrota, cuando Shams Charania soltaba en The Athletic una pequeña bomba pero con capacidad de tener los efectos de una enorme explosión. Dennis Schröder, base titular de la selección teutona y a punto de ser el causante de que España no se metiese en otra final de Eurobasket, regresa a Los Ángeles Lakers, franquicia en la que ya militó en la 2020-21 y de la que salió una vez estos decidieron jugar la carta Westbrook.
Schroder is signing a one-year, $2.64 million deal to return to the Lakers, sources said. https://t.co/SIN6gcULEG
— Shams Charania (@ShamsCharania) September 16, 2022
El acuerdo tiene toda la intención, pues es por el mínimo salarial, lo que no es sino el indicio de un deseo mutuo de ir por el anillo cueste lo que cueste, a pesar del sacrificio económico que debe hacer el jugador, que sin duda ostenta un caché superior. Arrancó el curso pasado con la camiseta de los Celtics y lo terminó en los Rockets. De aspirante al anillo a contender por el número 1 del Draft. El experimento de Massachusetts no funcionó, y Udoka prefirió cederle el mando de las operaciones a Marcus Smart para posteriormente lanzarse a por Derrick White.
Entre ambos equipos, el playmaker promedió el curso pasado 13,5 puntos y 4,6 asistencias en 29 minutos de juego, con porcentajes en la media de su carrera (nunca se ha destacado por ser buen lanzador de tres y más por herir rompiendo hacia adentro).
La pregunta del millón
Lo que acabamos de indicar en el último paréntesis encaja bastante con la descripción de otro jugador que ya tienen en plantilla en Lakerland. Y es que con la llegada de Schöder la pregunta, ya de por sí siempre en el ambiente, se vuelve ineludible. ¿Es la llegada de Schöder la antesala de la marcha inminente del equipo de su homólogo, Russell Westbrook?