Denver se lleva el duelo de favoritos ante los Celtics

Los Denver Nuggets han demostrado una vez más ser el rival a batir este año en la NBA. Pese a que los Boston Celtics están firmando una temporada regular histórica, los de Colorado ya dejaron un recado con su victoria en el TD Garden de hace unos meses, y han hecho lo propio ahora que los de Massachusetts han viajado al Ball Arena. El cuadro de Mike Malone se ha impuesto por 115-109 en lo que perfectamente podría haber sido una previa de las Finales, volviendo a marcar territorio ante el otro gran favorito de la competición.

Nikola Jokic, como de costumbre, se encargó de liderar a unos Nuggets en los que todo volvió a girar a su alrededor. El serbio firmó uno de esos triples-dobles que para otros serían históricos pero que para él son una cosa normal de jueves por la tarde, sumando 32 tantos, 12 rebotes y 11 asistencias sin perder un solo balón y con un 57,9% de acierto en los tiros de campo. Cifras al alcance de muy pocos.

De hecho, a lo largo de la historia de la NBA se han registrado tan solo 10 triples-dobles de 30 o más puntos, cero pérdidas y al menos un 50% de efectividad en el lanzamiento. Y de esos 10, el serbio ha sido el autor de 5.

Nikola tuvo que ser el gran protagonista de los locales, pues, a diferencia de lo ocurrido en el Garden, Jamal Murray no estuvo tan fino como acostumbra en las grandes citas y se quedó en 19 tantos tras firmar un 7/18 en el tiro. El canadiense terminó pese a todo segundo en anotación, seguido por los 16 de un Aaron Gordon cuyos cortes al aro para ofrecer opciones a Jokic volvieron a ser fundamentales, especialmente con la llegada del último cuarto. Suya fue de hecho la canasta que puso el 113-109 a falta de 20 segundos, rematando un milimétrico alley-oop de Nikola para dejar el duelo relativamente encaminado cuando más apretaban los Celtics.

Peyton Watson fue por su parte el factor inesperado, sumando 11 puntos vitales desde el banquillo para dar algo de aire a la segunda unidad. Con Michael Porter Jr. en una noche discreta, los de Malone no iban precisamente sobrados de anotación, haciendo vital cada canasta aportada por los hombres secundarios.

Brown brilla en solitario

Algo similar podría decirse de los Celtics, que contra todo pronóstico tuvieron que depender en exceso de un Jaylen Brown descomunal. Con 41 tantos y 14 rebotes, el alero fue el gran encargado de mantener a los suyos con vida hasta el último cuarto, en el que otros compañeros empezaron por fin a dar un necesario paso adelante. Kristaps Porzingis, con 24, fue prácticamente su único socio fiable durante toda la noche, pues Jayson Tatum tuvo muchos problemas para tomar las riendas del choque.

Con tan solo 15 puntos, el alero firmó su peor anotación desde principios de enero, pero aun así terminó tercero en esta faceta dada la pobre contribución del backcourt. Jrue Holiday no pasó de los 12, aunque 10 de ellos llegaron en un último cuarto en el que su irrupción estuvo cerca de cambiar el rumbo del duelo. Derrick White, con 7, estuvo incluso más discreto en ataque, y esta vez no pudo dar el paso adelante con el que en ocasiones es capaz de cubrir malas noches de las estrellas del equipo.

(Fotografía de portada: Patrick Smith/Getty Images)


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.