Los Pistons dieron la sorpresa de la madrugada al sumar una nueva victoria a su casillero en Sacramento. El conjunto de Michigan se impuso por 120-133 para hacerse con su séptimo triunfo del curso, el segundo logrado ante un rival del Oeste, y empezar a adecentar el balance que al menos ya no parece destinado a convertirse en uno de los peores de la historia de la liga.
No obstante, la noticia verdaderamente ilusionante para Detroit más allá del resultado tiene que ver con la explosión de Jaden Ivey, que con 37 puntos firmó el mejor partido de su carrera y sigue demostrando crecimiento en esta temporada de sophomore. El escolta fue, como de costumbre, muy agresivo en la penetración, pero esta vez estuvo también bastante preciso en sus lanzamientos exteriores para, con cinco triples (récord de la temporada), terminar de convertirse en una pesadilla para los locales.
19 de dichos tantos llegaron en el último cuarto, en el que no falló ni un solo lanzamiento de campo (6/6) ni un tiro libre (4/4) para catapultar a los Pistons a una victoria que parecía que iban a tirar por la borda. Los de Monty Williams, que habían logrado colocarse 15 arriba en el tercer cuarto, dejaron escapar la ventaja en cuestión de minutos y parecían destinados a sumar otro tropiezo, pero fue entonces cuando Ivey decidió tomar las riendas del choque y alterar el evento canónico. Para ello, contó con el apoyo de Alec Burks, que también dio un paso adelante en el cuarto parcial con 12 de sus 25 puntos, y de Jalen Duren, autor de 20 tantos y 15 rebotes.
¿Mejores sin Cade?
Quien no pudo ofrecer su apoyo fue Cade Cunningham, que volvió a ser baja y volvió a ver a sus compañeros ganar sin él, algo que ya ha ocurrido más veces de las que ha sucedido con él en pista. Detroit tiene un balance de 3-37 cuando el base juega y de 4-6 cuando es baja, lo cual no es necesariamente significativo en una temporada que lleva tirada a la basura desde noviembre pero sí llama la atención.
Los Kings, por el contrario, sí echaron de menos la mejor versión de De’Aaron Fox, quien sí estuvo en pista pero estuvo lejos de ser diferencial sobre ella. El base no pudo pasar de los 12 puntos, cediendo el peso ofensivo a un Domantas Sabonis que, con 30 tantos, 12 rebotes y 7 asistencias, tuvo que hacer de todo. Malik Monk y Trey Lyles, con 23 y 19 puntos respectivamente, trataron de evitar el tropiezo, pero fueron incapaces de sobreponerse a un Jaden Ivey que quería que esta fuera su noche.
(Fotografía de portada: Thearon W. Henderson/Getty Images)