Dillon Brooks se ha convertido innegablemente en uno de los jugadores que más encarna el papel de villano en la NBA actual. ¿Lo merece? Él no parece estar tan convencido. Según declaró tras la sesión de entrenamiento del domingo, el de los Grizzlies cree que la narrativa mediática ha contribuido a que se le perciba de esa manera, y considera también que dicha percepción fue lo que causó su expulsión en el Game 3.
«La prensa me ha convertido en un villano y los aficionados me han convertido en un villano» comentó. «Y eso ha generado una imagen completamente diferente de mi persona, haciendo que ahora todo el mundo crea que golpeé a LeBron en sus partes intencionadamente. Yo simplemente estaba jugando a baloncesto, y si creéis que hice una flagrante de tipo 2 a propósito es porque creéis que soy ese tipo de persona».
Por un lado, cabe reconocerle a Brooks que en la acción con LeBron en concreto podría parecer que está simplemente yendo a por el balón y que tiene la mala suerte de golpear una zona delicada, y tal vez es cierto que su mala reputación ha influido en la forma en que la jugada es percibida. Sin ir más lejos, la NBA reconoció recientemente que el conflictivo pasado de Draymond Green había tenido peso en la decisión de sancionarle para el Game 3 de la serie ante Sacramento. Pero por otro, si se tiene esa percepción de Dillon, no es forma gratuita.
El de los Grizzlies tiene un historial de jugadas excesivas relativamente amplio, y en muchas de ellas no existe la posibilidad de pensar que estaba intentando alcanzar el balón de forma limpia. Esta misma temporada ya fue expulsado por una agresión a Donovan Mitchell, y en los pasados playoffs fue también autor de una feísima falta sobre Gary Payton que no solo le costó una expulsión, sino que hizo al de los Warriors perderse 10 partidos por lesión. ¿Que la prensa tiene el poder de poner más o menos el foco en según qué situaciones y orientar las narrativas? Es obvio. Pero desde luego nadie puede ganarse la fama que tiene Brooks solo por la influencia de los medios de comunicación.
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)