Varias estrellas de la NBA no han tenido reparo alguno en alzar la voz tras conocerse la ausencia de Devin Booker entre los reservas para disputar el All-Star Game. El jugador de los Golden State Warriors, Draymond Green, ha demostrado una vez más no tener pelos en la lengua al definir está decisión como «una broma».
En años anteriores, el mal balance de los Phoenix Suns se erigió como el principal argumento para justificar su ostracismo. Pero con la franquicia de Arizona situada en cuarta posición de la Conferencia Oeste con un récord de 20-10, esta explicación se desmorona y todo apuntaba a que el escolta sería incluido entre los reservas. El año pasado ya había disputado el encuentro pero como sustituto de última hora de Damian Lillard, lesionado por aquel entonces. Una vía que vuelve a abrirse para el escolta ante la baja de Anthony Davis.
Los entrenadores de la NBA, quienes seleccionaron a los reservas, pueden haber atribuido el éxito de Phoenix a Chris Paul, quien sí fue incluido y disputará su undécimo partido de las estrellas. Aún así, la producción de Booker ha sido vital a pesar de que sus números se hayan reducido ligeramente respecto a los de los últimos dos años: 24,7 puntos y 4,8 asistencias con un acierto del 50,1% en tiros de campo.
La estrella de los Warriors no fue la única que mostró su disconformidad con la ausencia de Booker. LeBron James también utilizó su cuenta personal de Twitter para definir al de Michigan como «el jugador al que menos respeto se le tiene de la liga», mientras que C.J. McCollum utilizó su humor habitual y apeló a un «mundo enfermo».
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)