Tras 12 partidos de ausencia, el nuevo año de Kyrie Irving –y los Mavericks– no se puede decir que haya empezado nada bien. El base está llamado a ser esa gran pieza de apoyo para Luka Doncic que permita al esloveno brillar y ganar partidos sin llegar a la extenuación. Si embargo, anoche no sucedió una cosa ni la otra, ya que en la visita a Utah Jazz los de Texas recibieron un severo correctivo que se mide por un resultado final de 127-90.
Sí, casi 40 puntos de diferencia hubo a favor de un equipo en reconstrucción ante otro que desea aspirar más pronto que tarde al anillo… Suena duro, pero no sorpresivo; sobre todo si ves que entre Luka y Kyrie se han quedado en un 12 de 34 en tiros de campo. Si ellos no funcionan, el resto poco tiene que hacer. Esa es la realidad de los de Dallas.
«Es la primera vez en mi carrera que tengo este tipo de lesión y no estaba seguro de cuánto tiempo iba a estar fuera. No hubo ningún daño estructural, pero me dolía. Te das cuenta de que la lesión es mucho más significativa cuando simplemente no puedes usar un pie», comenta Irving para terminar admitiendo que se sintió nervioso en la noche de su retorno.
La realidad es que los Mavs empezaron muy bien la campaña, pero en el presente están teniendo muchos problemas; tanto es así que han perdido seis de sus últimos nueve compromisos. Jason Kidd cree que la defensa rival les sorprendió en este último partido.
«Simplemente no pudimos entrar en ritmo contra la zona que plantearon, cuando se pusieron cuatro y uno, y básicamente ante las diferentes defensas que propusieron esta noche. Sabíamos lo que nos encontraríamos, pero no ejecutamos nuestras respuesta como debíamos», sentencia el head coach de la franquicia de Texas.
Triple-doble para Jordan Clarkson
La fiesta para Utah fue completa. Más allá de pasar por encima de su rival, vieron como Jordan Clarkson lograba un triple-doble de 20 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes. Más allá del logro personal, este supuso el primer triple-doble de un jugador de los Jazz en temporada regular desde el 13 de febrero de 2018, cuando lo consiguió Carlos Boozer, así como el primero desde el banquillo en más de 40 años, ya que no lo veían en Salt Lake City desde el 5 de febrero de 1983, cuando Mark Eaton consiguió 12 puntos, 14 rebotes y 12 tiros bloqueados.
«Fue un pequeño hito genial que ahora puedo incluir en la lista de mi carrera. Durante todo el trayecto hasta conseguir ese último rebote estuve un poco nervioso», admite el guard.
(Fotografía de Alex Goodlett/Getty Images)