Phoenix sigue con problemas para despegar. El cuadro de Arizona ha sido arrollado por unos Kings mucho mejor ensamblados y aparentemente mejor trabajados, que se llevaron esta madrugada el duelo entre ambos por 120-105 en un choque en el que las diferencias llegaron a ser bastante mayores. Así, mientras que Sacramento se coloca en la cuarta posición del Oeste, los Suns sufren para mantenerse en la décima, evidenciando unas dificultades que van más allá de las lesiones de Bradley Beal.
La distancia en el marcador llegó a ser de hasta 29 puntos a lo largo de la noche, y aunque los visitantes llegaron a reducirla no dieron la sensación de poder volver al partido en ningún momento. El parcial de 28-10 con el que los de Mike Brown dieron inicio a la segunda mitad expuso las diferencias entre un equipo que va volando en ataque y otro con serias dificultades, que ni apoyándose en sus dos superestrellas pudo seguir el ritmo.
Y es que con Domantas Sabonis comandando el juego, los de Vogel se vieron completamente desbordados. El lituano consigue, en combinación con Fox, dar una enorme fluidez y organicidad al ataque de los californianos, y esta vez lo hizo de manera sensacional tanto desde la anotación como desde la generación para sus compañeros. Con 28 tantos y 12 asistencias fue el eje central de la ofensiva local, y añadiendo 11 rebotes logró alcanzar su cuarto triple-doble del curso y confirmarse como el hombre de la noche.
Fox, con 23 puntos y 7 asistencias, fue una vez más el socio ideal para él, mientras que Keegan Murray volvió a asumir un peso importante con 21 tantos que le consagraron como tercera espada del equipo. El sophomore fue de hecho fundamental en el parcial que rompió el duelo en el tercer cuarto, pues en él llegaron 13 de sus puntos gracias a un acierto exterior que demolió la defensa de los visitantes.
Estos estuvieron comandados por los 28 tantos de Kevin Durant y los 24 de Devin Booker, pero a partir de ahí, el abismo. La contribución de los hombres secundarios fue más bien escasa y desde luego insuficiente para poder hacer frente a un rival que parece armado con un plan de juego en mente y una estructura mucho más cohesiva. Phoenix tenía sobre la pista a los dos mejores jugadores, pero de poco sirvió. Hay muchas cosas por mejorar para los de Vogel.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)