¿Vuelve a ser Nikola Jokic el favorito para conseguir el que sería su tercer MVP consecutivo? Si no es así, no está lejos de ello. El pívot serbio empezó la temporada con calma, pero conforme ha ido avanzando está firmando partidos que son una auténtica locura. Esta misma noche, cual regalo de Navidad, nos ha dejado un triple-doble de 41 puntos, 15 rebotes y 15 asistencias para acabar venciendo a Phoenix en la prórroga. ¿Lo que hace es normal? Lo dudamos mucho.
Con su tercer triple-doble en los últimos cuatro partidos, Jokic lideró un trabajado triunfo de los suyos ante los Suns. Era un duelo en la élite de la Conferencia Oeste y se notó en todo momento. Empezaron mejor los locales, pero Phoenix reaccionó y mediado el tercer cuarto ganaba por hasta 12 puntos. Tal renta les sirvió de poco, ya que los chicos de Michael Malone remontaron para abocar el encuentro a un final apretado que necesitó de un tiempo extra para discernir quién terminaba sonriendo.
La realidad es que los de Arizona tuvieron cerca el triunfo. A falta de 15 segundos vencían por un puntos y tenían dos tiros libres. DeAndre Ayton, quien finalizaría con un fantástico doble-doble de 22 puntos y 16 rebotes, erró uno de los lanzamientos antes de ver cómo Jamal Murray forzaba la prórroga. En los cinco minutos suplementarios Denver fue mejor y sumó su cuarta victoria consecutiva. Jokic brilló. Denver ganó.
Los Nuggets están en un gran momento, y no es solo por Jokic, sino por un acompañamiento de lujo. Jamal Murray alcanzó 26 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias, mientras que Aaron Gordon firmó un doble-doble de 28 puntos y 13 rebotes, incluyendo un salvaje mate en el tiempo extra. La organización de Colorado parece lanzada para ser una de las favoritas al anillo de 2023.
Booker, regreso efímero
Tras perderse tres partidos consecutivos por una lesión en la ingle, Devin Booker retornó por Navidad para satisfacción de los aficionados de los Suns. Bueno, ese era al plan, ya que todo se torció rápidamente al ver como el escolta duraba en cancha únicamente cuatro minutos… Quizás apretó para estar con sus compañeros en una noche tan especial, pero la apuesta no le salió nada bien.
En ausencia de la estrella de Phoenix, fue Landry Shamet quien tomó el relevo. El escolta se fue hasta los 31 puntos desde el banquillo con un 10 de 20 en tiros de campo. Fue una gran actuación, pero insuficiente para evitar que los de Arizona cayesen por tercer noche consecutiva.
(Fotografía de Justin Tafoya/Getty Images)