Los Jazz son la revelación (con mayúsculas) de la temporada. Cuando empezaron a ganar partidos se podía pensar que era algo eventual, casi casual, pero van mucho más allá de eso. Los de Salt Lake City no solo está cosechando triunfos, sino que están jugando realmente bien; tanto es así que según la estadística avanzada son el tercer mejor ataque y la octava mejor defensa. ¿Resultado? Primeros de la Conferencia Oeste con 9-3.
Así es. Utah lidera el Oeste tras pasar por encima de los Lakers en la última madrugada. En un partido en el que no estuvo presente LeBron James por molestias físicas, los locales fueron mejores hasta el punto de tener resuelto el choque al comienzo del último cuarto, ya que para entonces la renta se disparó hasta los 20 puntos. A partir de ahí no hubo contratiempos. Darvin Ham sacó bandera blanca –van ya demasiadas veces– y los Jazz cerraron la noche con un aplastante 139-116.
Para Will Hardy, técnico jefe de los Jazz, el secreto del buen comienzo del equipo está en haber formado un grupo fuerte en el que todos se sienten importantes. «Están jugando con mucha pasión y alegría. La pelota se mueve y vuela y están felices los unos por los otros. Todos pueden tocar el balón y nadie siente que no está incluido en el juego». El análisis del entrenador coincide con la lectura que hace Mike Conley. «Tenemos literalmente como 12 muchachos que pueden salir y causar un problema con desajustes a raíz de sus habilidades en la cancha».
El base sigue a buen nivel y contra los angelinos firmó un doble-doble de 14 puntos y 12 asistencias. Lauri Markkanen por su parte aportó 23 puntos, mientras que Jordan Clarkson estuvo en 22. Todos son sonrisas por Utah, y con razón.
Davis, dolido con los resultados
El comienzo de los Lakers está siendo un desastre. Nadie esperaba que saltasen a los primeros puesto del Oeste en un pestañeo, pero tampoco que estuviesen hundidos con un récord de 2-8. Así está siendo. Anoche no pudieron competir por el triunfo y Anthony Davis, autor de 29 puntos, habla de tener paciencia aunque sea un momento muy duro.
«Nadie quiere tener un 2-8 para nada. Tenemos chicos que no están jugando por lesiones… Tienes que ver el panorama general y entender que solo han sido 10 partidos, pero sí, un 2-8 es algo difícil de tragar», expresa.
Respecto al resto del equipo, el mejor fue una vez más Russell Westbrook, quien desde el banquillo sumó 22 puntos. También tuvo una notable actuación Kedrick Nunn con 18.
(Fotografía de Chris Gardner/ Getty Images)