Evan Fournier sufre las secuelas del COVID-19

Evan Fournier se perdió nueve partidos el pasado mes de abril tras dar positivo por COVID-19. Un virus que, como ya sabemos, no abandona del todo a su víctima ya que sus efectos se mantienen durante un tiempo que varía en función de la persona.

El internacional francés ha admitido que todavía sufre las secuelas y que regresar a la actividad física propia de la competición le resultó extremadamente difícil. Así lo confirman sus números durante su primera semana tras recibir el alta médica: 4,6 puntos y un 21,6% en tiros de campo en cinco partidos. No sería hasta el último, ante Portland, en el que recuperaría la chispa, con 21 puntos y una carta de tiro de ocho aciertos en diez intentos.

A pesar de esta mejoría, los problemas a raíz del COVID-19 persisten. «Me he sentido realmente raro. Es como si sufriera una conmoción cerebral», relató el jugador en una comparecencia ante los medios. «En este momento me encuentro un poco mejor. Pero al principio es como si tuviera luces brillantes que me molestaran en los ojos y mi visión estuviera borrosa. Todo a mi alrededor iba demasiado deprisa para mí. Sigue siendo así. Algunas cosas van mucho mejor pero a veces me cuesta mucho concentrarme y me cuesta focalizar mi atención visual en una cosa. Mi percepción de la profundidad es realmente mala en este momento.»

Fournier compartió que ha acudido a un especialista para acelerar su recuperación y tratar de superar estos episodios de la mejor manera posible. Este le recetó una serie de ejercicios que le han servido para mejorar alguna situación pero el exterior admite que todavía se encuentra «lejos del punto donde debería estar.»

Los Celtics habían cerrado una operación por Fournier durante el cierre de mercado con el objetivo de reforzar el roster de cara a los playoffs y con la vista puesta también en el futuro. Sin embargo, el positivo por COVID-19 ha boicoteado su proceso de adaptación a su nuevo equipo y la post-temporada está ya a la vuelta de la esquina.

«Ha sido en el momento menos oportuno», continuó Fournier. «Soy nuevo aquí. La gente realmente no conoce mi juego. Es un momento terrible. Llegué aquí con grandes expectativas y ambiciones, con la oportunidad de hacer una carrera extensa en los playoffs. Fue desgarrador dar positivo por COVID-19.»

Precisamente, Boston es una organización donde conocen muy bien los efectos del virus. Hace apenas tres semanas, Jayson Tatum reconoció ante el medio ESPN que necesita de un inhalador para combatir los problemas respiratorios que le ha regalado el COVID-19. Unos indeseables vestigios que, en boca de médicos y especialistas, pueden llegar a prolongarse hasta un año después de verse afectado. Así, solo queda ser paciente.

(Fotografía de portada de Adam Glanzman/Getty Images)


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