Golden State da una clase magistral de pase ante los Knicks

Tras menos de dos meses de temporada, el ataque de los Warriors está encontrando cotas sublimes de juego, incluso tras acoplar una pieza del tamaño de Kevin Durant a su engranaje. Y cuando esa ofensiva se encuentra a un rival que le deje jugar a placer, el partido puede convertirse en un experimento. Golden State ganó sin apuros a unos Knicks sin Carmelo Anthony por 103-90, explotando con comodidad su juego colectivo.

36 canastas, 36 asistencias para empezar

Los Warriors sumaron asistencia en 41 de sus 45 canastas en juego, incluyendo las 36 primeras al completo. Una auténtica barbaridad, favorecida eso sí por una cuenta generosa en ocasiones desde la mesa de anotación (jugar en casa siempre ayuda) y en un esfuerzo evidente de sus jugadores por sumar asistencias incluso de forma algo forzada, perdiendo oportunidad de anotar para buscar el pase extra.

Y es que el equipo entrenado por Steve Kerr se encontró demasiado rápido con ventaja. New York, en plena gira por el Oeste, decidió darle una noche de descanso a Carmelo Anthony ante la ya escasas opciones de asaltar la Bay Area, y la pegajosa defensa de Draymond Green sobre Kristaps Porzingis (8 puntos, con un 4/13 en tiros de campo) hacía el resto.

Noche de secundarios

La precisa circulación de balón de los Warriors sirvió para enmascarar un mal día de tiro de Stephen Curry (8 puntos, con un 3/14 en tiros de campo) y para encontrar a JaVale McGee, suplente por el lesionado Zaza Pachulia, como sorprendente finalizador interior. El pívot terminó con 17 puntos, incluyendo 6 mates, en menos de 16 minutos jugados, solo superado en el partido por los 25 puntos de Klay Thompson.

Los Knicks, por su parte, evitaban una derrota más dolorosa gracias a sus reservas. Justin Holiday acabaría siendo el máximo anotador de su equipo con 15 puntos, el novato Ron Baker (13 puntos, con 6/7 en tiros de campo) firmaba su mejor partido como profesional y Willy Hernangómez aprovechaba la falta de pegada interior del banquillo de Golden State con 8 puntos y 10 rebotes.

Esperando a Navidad

Pero, con los titulares, los Warriors solo tuvieron en una cierta autocomplaciencia final a su único enemigo real. La tímida reacción de los Knicks, eso sí, fue insuficiente, dejando a Golden State al frente de la NBA con un balance de 23-4, habiendo ganado siete de sus últimos ocho partidos, y con dos duelos más en casa (ante Utah y Portland) antes de iniciar una gira por el Este que se cerrará en Navidad con la esperada revancha de las Finales de 2016 en Cleveland.


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